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Lula aprovecha los disturbios en Brasilia para intervenir el Distrito Federal más de tres semanas

La respuesta de Lula a los sucesos de Brasilia pasa por quitar funciones a un gobernador que fue apoyado por Bolsonaro.

La respuesta de Lula a los sucesos de Brasilia pasa por quitar funciones a un gobernador que fue apoyado por Bolsonaro.
Policías enfrentan a seguidores de Jair Bolsonaro que invadían el Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo brasileño. | EFE

En mitad de la algarada que tuvo lugar este domingo en Brasilia, con la irrupción de grupos de manifestantes en los edificios que son sedes del Congreso, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema, es decir, de los tres poderes del Estado, el recién elegido presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha aprovechado para emitir un decreto en el que el gobierno central asume todas las competencias de seguridad en la ciudad, retirándoselas al gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, cercano a Bolsonaro.

A pesar de que en la media tarde de este domingo ya se había sacado a los manifestantes de los tres edificios oficiales, los efectos del decreto de Lula se extienden hasta el 31 de enero.

En él ha nombrado a un "interventor" que asume funciones ejecutivas sólo en el ámbito de la seguridad pública, si bien para esta cuestión el "interventor" podrá solicitar, y también requisar, "recursos financieros, tecnológicos y humanos del Distrito Federal" para "alcanzar el objetivo de la intervención".

El elegido para el cargo es Ricardo García Capelli, un experiodista con una larga historia política a sus espaldas, que hasta ahora era secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia y en el decreto de Lula tendrá capacidad de "requisar a cualquier órgano, civil o militar", de la administración federal brasileña y también los "bienes, servicios y servidores" de varias áreas de la administración del propio Distrito Federal de Brasilia.

El gobernador, destituido

También el gobernador del Distrito Federal ha sido apartado del cargo por la Corte Suprema de Brasil, en principio por un plazo de 90 días, con el argumento de que lo ocurrido en Brasilia sólo podía haber pasado "con la anuencia y hasta la participación efectiva" de las autoridades del Distrito Federal.

El propio gobernador apartado, Ibaneis Rocha, que ganó las elecciones hace unos meses con el apoyo de Bolsonaro, ha publicado mensajes en su cuenta de Twitter desvinculándose de los manifestantes, a los que desde ha señalado como un "motín antidemocrático".

Rocha también ha anunciado en la red social la destitución del Secretario de Seguridad del Distrito Federal y poco después anunció que "más de 400 personas ya fueron detenidas y pagarán por los crímenes cometidos". De hecho, incluso publicó un vídeo pidiendo "disculpas" al propio "presidente de la República" y los principales responsables de las otras instituciones atacadas, a los que califica como "mis amigos", lo que no parece haber impedido que sea, al menos por ahora, el que esté asumiendo todo el coste político de lo ocurrido.

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