Reacciones al asilo de González Urrutia: "Exilio forzado, amenazas, persecución, hostigamiento…"

Un detalle que parece claro en la crisis venezolana es que la comunidad internacional y sobre todo los países de la región no fueron lo suficientemente contundentes en su condena contra el evidente fraude electoral ejecutado por la dictadura chavista el pasado 28 de julio y en su incapacidad de reconocer a Edmundo González Urrutia como el presidente electo, tal y como demostraban las actas electorales mostradas por la oposición.

Una de las posturas más comunes que se han oído de varios gobiernos es la insistencia en que el régimen muestre esas actas electorales que prueben la supuesta victoria del dictador Nicolás Maduro, cosa que no ha ocurrido después de más de un mes y medio. De hecho, incluso países tan cercanos al chavismo como Brasil y Colombia también lo hicieron, aunque muchos interpretaron esta posición como una manera de darle más tiempo a la dictatura.

Países como Argentina, Perú y Chile fueron los que presentaron una posición más dura pese a que en este último caso se trataba de un presidente de extrema izquierda como Gabriel Boric. En el caso de Argentina, la dictadura ordenó la expulsión de los diplomáticos pese a que seis opositores venezolanos se asilaron en su embajada, custodia que fue asumida por Brasil aunque ahora Maduro decidió revocar esa situación.

En cuanto a Perú, este fue el primer país que apuntó claramente al fraude e incluso llegó a reconocer a González Urrutia como presidente electo, algo que provocó que Caracas rompiera relaciones diplomáticas . Sin embargo, algo ha cambiado porque el pasado martes, el gobierno de Dina Boluarte decidió sorpresivamente reemplazar a su ministro de Exteriores, Javier González Olaechea, protagonista del primer Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) tras el fraude electoral. Este movimiento podría deberse apenas a un recambio en el gabinete, si no fuera porque en su primera declaración ante los periodistas, el nuevo ministro Elmer Schialer dijo estar a favor "de que los problemas de Venezuela sean resueltos por los venezolanos".

Este domingo, el Gobierno chileno lamentó en un comunicado "el exilio forzado" de González Urrutia, y rechazó "categóricamente la persecución, hostigamiento y violencia política de la que fue objeto". Además, "condena cualquier forma de represión en contra de los opositores del régimen dictatorial en Venezuela y reitera el llamado a que se respeten los derechos humanos, las libertades fundamentales y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas".

Por su parte, la OEA acusó al "régimen autoritario" venezolano de haber "forzado el exilio" de González Urrutia: "El régimen no solo ha fallado en producir la menor evidencia del resultado electoral (...), sino que ha forzado el exilio del candidato Edmundo González", quien "indudablemente" ganó las pasadas elecciones, señaló la Secretaría General de la OEA en un comunicado.

Costa Rica también se ha sumado a la condena y su ministerio de Relaciones Exteriores señaló en un comunicado que "lamenta que la persecución política, como parte de los intentos de legitimar el fraude electoral por parte de Nicolás Maduro, hayan obligado a Edmundo González Urrutia -el candidato que recibió la inmensa mayoría de los votos del pueblo venezolano en las elecciones del 28 de julio del 2024- a recurrir al exilio". Además, señala que "las amenazas a su vida y libertad por parte de las autoridades venezolanas no son más que una continuación de las múltiples violaciones a los derechos humanos y libertades fundamentales que sufren constante y sistemáticamente los venezolanos".

Lo que es evidente es que existe la sensación de que González Urrutia fue forzado al exilio, no solo por la represión contra los opositores y el constante acoso de la dictadura, sino también por la inacción de países de la región y de toda la comunidad internacional que se limitó a pedir actas cuando lo que necesitaba la oposición era que reconociera su victoria, tal y como lo ha señalado la propia María Corina Machado, auténtica líder de esta lucha por la libertad en Venezuela.