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Daniel Ortega endurece su dictadura en Nicaragua y se acerca a la imagen de Corea del Norte

El dictador logra que su Congreso apruebe una modificación a la Constitución que le da el control de todos los poderes del Estado.

El dictador logra que su Congreso apruebe una modificación a la Constitución que le da el control de todos los poderes del Estado.
El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, y su vicepresidenta y mujer, Rosario Murillo. | Europa Press

Construido a imagen y semejanza de la sangrienta dictadura castrista en Cuba, Nicaragua va camino a convertirse, si cabe, en un país más autoritario, con una constante persecución a la oposición, y con decisiones que lo llevan a niveles que solo se conocen en la actual Corea del Norte bajo el mando de Kim Jong-Un.

La realidad es que Daniel Ortega sigue su estrategia para robustecer su poder al frente de Nicaragua y a través de un Congreso totalmente oficialista ha logrado aprobar enmiendas de la Constitución que le da plenos poderes tanto a él como a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. En la sesión del pasado viernes 22, se reformó 135 artículos y derogó 38, incluido uno en el que se prohibía la práctica de la tortura.

Además, el nuevo texto -que debe ser aprobado en dos legislaturas-, establece la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como un símbolo oficial de Nicaragua, mientras que también formaliza a Murillo como "copresidenta", una figura que no existía, lo que le permitirá tener más autoridad y las mismas competencias que el propio Ortega. De hecho, serán cargos que tendrán un período de seis años (en lugar de los cinco hasta ahora), y podrán nombrar vicepresidentes sin ser elegidos por el voto popular.

Superpoder y control

Por otro lado, agrega que la presidencia tendrá a su cargo la Jefatura Suprema del Ejército de Nicaragua, de la Policía Nacional y del Ministerio del Interior. Así, el artículo 132 del nuevo texto apunta que "la presidencia de la República dirige al Gobierno y como jefatura del Estado coordina a los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y fiscalización, regionales y municipales, en cumplimiento de los intereses supremos del pueblo nicaragüense y de lo establecido en la presente Constitución", con lo cual los "copresidentes" dominarán los poderes del Estado. Esto se confirma al subrayar que "la Presidencia de la República ejerce la jefatura de Estado y Gobierno".

En cuanto a su estrategia represiva, la dictadura crea una nueva fuerza de choque que se llamará "Policía Voluntaria", un cuerpo que según la oposición y organismos humanitarios ya funcionó como fuerzas parapoliciales y paramilitares en la represión contra las marchas de 2018 que dejaron unos 400 muertos.

Clara cercanía con Corea del Norte

Los principales comentarios en la región apuntan a que con este paso de la dictadura, Nicaragua se asemeja mucho a lo que ocurre en Corea del Norte. De hecho, en 2023 ambos países acordaron instalar embajadas en sus capitales, lo que convierte a Nicaragua al único país de Centroamérica con una representación diplomática de Pionyang.

De hecho, en octubre pasado, Ortega mostró su gran admiración por el dictador norcoreano y señaló que "ha sabido dirigir la defensa contra las agresiones imperialistas" para construir "una sociedad socialista con estilo propio en la República Popular Democrática de Corea". Una carta enviada con ocasión del 79 aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea del Norte alaba a Kim "por ser una guía y referencia de los pueblos que luchamos por nuestra Independencia, nuestra soberanía, por el respeto a nuestra dignidad, en contra de las agresiones imperiales".

Reacciones de la oposición y OEA

En un mensaje hecho público a través de la red social X, la opositora Concertación Democrática Nicaragüense, en el exilio, señaló que con estos movimientos, Nicaragua "se convertirá en una dictadura constitucionalizada" y que el nuevo texto "normatiza las transgresiones y arbitrariedades contra la Constitución y los derechos humanos".

Por su parte, la Organización de los Estados Americanos (OEA) lanzó un comunicado en el que "rechaza y repudia la iniciativa de 'ley de reforma' de la Constitución" ya que "Ortega y sus aliados buscan incrementar su control absoluto del Estado y perpetuarse en el poder". Agrega que se trata de "una aberrante forma de institucionalización de la dictadura matrimonial en el país centroamericano y es una agresión definitiva al Estado de Derecho Democrático".

En otra declaración, revelada por EFE, señala que "la CDN llama a los nicaragüenses y a la comunidad internacional a desconocer y repudiar esta reforma total e ilegítima por su origen y por el procedimiento anómalo empleado para aprobarla, que es contrario a la tradición republicana del país y cuyo único precedente en la historia de América es la Constitución de François Duvalier, Papa Doc, en Haití".

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