Jorge Luis Torres Vaillant, conocido como ‘el Trillizo’, ha fallecido tras 28 días enfermo y con fiebre sin recibir la asistencia médica que solicitaba, en la cárcel de Boniato de Santiago de Cuba. Así lo ha denunciado Ana Belkis Ferrer García, mujer del preso político José Daniel Ferrer García, a través del perfil en X del opositor (coordinador general de UNPACU, promotor de Cuba Decide y presidente del Partido del Pueblo). "Murió de hambre", sentencia.
#SOSCuba
Soy Ana Belkis Ferrer GarciaMUERE OTRO RECLUSO VICTIMA DEL HAMBRE EXTREMA EN PRISION BONIATO.
Se trata de Jorge Luis Torres Vaillant conocido como el trillizo, natural del Salao, Santiago de Cuba. Se encontraba en el destacamento #16, estuvo 28 días pidiendo… pic.twitter.com/bUe3tu8QJn
— José Daniel Ferrer (@jdanielferrer) December 10, 2024
Vaillant falleció en su casa, el pasado 9 de diciembre. Según el testimonio de Ana Belkis, el día antes le concedieron una "licencia extrapenal" para que no muriera en prisión. Estaba "desnutrido" y no fue tratado de una "fiebre persistente" que arrastraba desde hacía casi un mes. Su caso es un fiel reflejo de lo que ocurre con los presos en las cárceles cubanas, explica Javier Larrondo -presidente de Prisoners Defenders- en declaraciones a Libertad Digital.
"Cientos de reos mueren en prisión en circunstancias similares", afirma. "Hay que tener en cuenta que tiene una población penal de más de 90.000 reclusos", lo que supone el doble de la que tenemos en España con una población cinco veces menor. "Lo preocupante es que muchísimos de ellos, una gran parte, fallece por las paupérrimas condiciones" que tienen los presos.
"Acaban de morir 22 reos en Boniato, en el hospitalito en de la prisión de Boniato", añade, "por tuberculosis y otras enfermedades que no existen en un sitio que reúna las condiciones mínimas". "La falta de alimento, la mala calidad del mismo, la mugre y los maltratos hacen resto", explica, "las cárceles de Cuba son un hervidero de muerte".
En el caso de los presos políticos todavía es peor, a la situación anteriormente descrita hay que añadir el pésimo trato que reciben. "Suelen morir por acción (palizas y torturas) u omisión consciente (privación de comida, medicinas o asistencia sanitaria) de los carceleros". Hace tan sólo unos días fallecía Manuel de Jesús Guillén, en prisión por participar en las protestas del 11-J, como consecuencia de los golpes que recibió. Le rompieron la clavícula y la tráquea.
El caso de Manuel de Jesús Guillén
Guillén Esplugas fue arrestado el 17 de julio de 2021 por su participación en las protestas pacíficas masivas que se registraron el 11 de Julio del 2021 en la isla caribeña. La dictadura le impuso una condena de seis años de prisión. No contenta con ello, el recluso era sistemática y duramente castigado por los hombres del régimen comunista. Su cuerpo no pudo resistir la última embestida.
El preso político murió como consecuencia de la brutal paliza que recibió. Entregaron el cuerpo a su madre el 1 de diciembre. "Trataron a mi hijo como a un perro", denunció la mujer. "Lo torturaron hasta matarlo, y esto es lo que hacen en las prisiones de Cuba a cualquiera que se oponga al Partido Comunista", sentenció Dania Esplugas tras ver las señales de violencia que presentaba el cadáver.
Lejos de mostrar arrepentimiento o empatía, agentes de la Seguridad del Estado se dedicaron a intimidar a los allegados de la víctima en la funeraria. Así se las gasta el régimen comunista. Su "pequeño gigante" -como lo llamaba Dania Esplugas- no volverá, pero su madre quiere que el mundo conozca las atrocidades que la dictadura cubana acometió contra su hijo.
Oleada de detenciones políticas
Según el informe publicado este miércoles por Prisoners Defenders, los cubanos están sufriendo una nueva oleada de detenciones con la que la dictadura intenta frenar sus protestas contra el régimen. Sólo en el pasado mes de noviembre, 30 cubanos habrían sido arrestados por su participación en recientes manifestaciones que ha tenido lugar en toda la isla para reclamar servicios básicos. Otro cuatro presos políticos habrían sido detenidos por otras cuestiones.
En los últimos doce meses, se han registrado 155 detenciones de esta índole. La cifra total de prisioneros políticos supera los 1.200 (33 de ellos menores) y "todos ellos son torturados de forma escatológica sin que aún haya reacciones internacionales que lo impidan", asegura la citada organización (que promueve la defensa de la democracia y los derechos humanos en la isla caribeña). 650 de los opositores que forman parte de la disidencia reclusa actual sufren patologías médicas graves, "causadas y/o agravadas fruto del maltrato".