El simulacro, que involucró a 90 vehículos, se prolongó durante 40 minutos, en el que cinco actores tomaron como rehenes a unas 20 personas, caracterizados como turistas, dentro de un autobús, mientras dos explosiones fueron detonadas cerca.
En el vídeo se puede apreciar la llegada de las fuerzas policiales, en grandes vehículos armados, abordaron el autobús, después de romper las ventanas, guiando a los rehenes fuera a través de los cristales rotos.
En otro ejercicio conjunto en una estación de tren, 10 actores ataviados con camisas y pasamontañas de color amarillo brillante y portando cuchillos largos simulaban atacar a la gente.