Al menos 35 personas han muerto en el atentado suicida con coche bomba perpetrado a primera hora de este lunes en Kabul y que ya ha sido reivindicado por los talibán.
Las calles de Hong Kong, donde se refugian las principales organizaciones que se oponen a la dictadura china, lloran la muerte de Liu Xiaobo, un símbolo de la lucha por la libertad en China. Desde que se supo hace unos días que su salud había empeorado, activistas de la Alianza de Hong Kong en Apoyo de Movimientos Democráticos Patrióticos en China salieron a la calle exigiendo su liberación y la del resto de presos políticos que malviven en las cárceles chinas.