Tras la advertencia a los manifestantes de que asumirán "todas las consecuencias", soldados del Ejército Popular de Liberación chino entran en acción. Lanzan botes de gas lacrimógeno, disparan cañones de agua y hasta sacan varios blindados para dispersar la protesta que acaba con todos detenidos.
Es el vídeo propagandístico con el que Pekín quiere amedrentar a los manifestantes de Hong Kong que llevan dos meses en las calles desafiando a la policía. Además de los métodos antidisturbios, a modo de película de acción con música épica en todo momento, aparecen tropas disparando armas ligeras lanzacohetes y misiles teledirigidos.
Hasta ahora, el Ejército chino se había mostrado discreto ante las protestas en la isla, pero este vídeo unido a la amenaza del ministerio de Defensa de que las tropas están preparadas para intervenir en Hong Kong si fuera necesario es toda una declaración de intenciones.