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Miles de rusos, obligados a acudir al estadio de Luzhniki para escenificar un apoyo sin fisuras a Putin

Un periodista de la BBC recoge cientos de testimonios que denuncian presiones o desconocimiento acerca del tipo de acto al que iban a acudir.

Un periodista de la BBC recoge cientos de testimonios que denuncian presiones o desconocimiento acerca del tipo de acto al que iban a acudir.
Putin antes las miles de personas que abarrotaron el estadio Luzhniki de Moscú. | EFE

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se dio este viernes un auténtico baño de masas compareciendo en persona ante más de 100.000 rusos en el estadio Luzhniki de Moscú, más otras decenas de miles en los aledaños de la instalación, para defender la invasión de Ucrania como un acto de salvación ante un supuesto genocidio en Donestk y Lugansk.

La presencia de Putin representó el colofón a un macroconcierto celebrado con motivo del octavo aniversario del referéndum celebrado en Crimea que ratificó su incorporación a Rusia en 2014, un plebiscito no reconocido por la comunidad occidental, que a su vez acusó a Moscú de anexionarse por la fuerza la península. "La razón principal de esta operación especial", afirmó Putin usando el término oficial con el que Rusia denomina esta invasión, "es el de ahorrar sufrimiento a la gente, y de evitar este genocidio contra la población" del este de Ucrania, sobre las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, afines a Rusia.

El mandatario ruso aplaudió la valentía demostrada por el Ejército ruso en combate. "Codo con codo, nuestros soldados se ayudan, se apoyan mutuamente y, si es necesario, protegen a sus compañeros de las balas con su propio cuerpo en el en el campo de batalla. No hemos tenido tal unidad en mucho tiempo".

Putin aludió a la figura histórica del almirante zarista Fiodor Ushakov, nacido el mismo 24 de febrero que comenzó la invasión de Ucrania y canonizado como santo patrón de la Armada rusa. "Tormentas como ésta siempre irán a la gloria de Rusia. Así fue entonces, así es hoy y así será siempre", parafraseó ante sus simpatizantes mientras enarbolaban cientos de banderas rusas.

Trabajadores de sector público, presionados

No obstante, según relató después el periodista de la BBC, Will Vernon, que se desplazó hasta el estadio, muchos de los asistentes fueron obligados a acudir: trabajan en el sector público (por ejemplo, son maestros de escuela) y sus superiores les habían presionado para que asistieran. "A un grupo de profesores, de un pueblo cerca de Moscú, una mujer, que parecía ser de la administración local, les estaba indicando qué decirnos", denuncia Vernon.

Otro hombre – continúa relatando el periodista de la BBC- que trabaja en el Metro de Moscú les contó que también a ellos les habían obligado a ir al estadio: "Estaré aquí por un rato y luego me iré... Creo que la mayoría de la gente aquí no apoya la guerra. Yo no", dijo.

También había estudiantes a los que les habían dado la opción de escoger un día libre de sus clases "si asistían a un concierto". Algunos de ellos "ni siquiera sabían que el evento estaba dedicado, en parte, a apoyar a las fuerzas rusas en Ucrania".

Vernon señala que a diferencia de lo que ocurre en los mítines de la oposición, allí la "mayoría de la gente no quería hablar" con la prensa, "ni ser grabada ni responder a preguntas". Incluso "algunos se tapaban la cara o se ponían las capuchas cuando decíamos que somos periodistas. Muchos parecían avergonzados de estar allí", sostiene.

Otros muchos de los asistentes, "sin duda", apoyan a Putin y su invasión en Ucrania, concluye este periodista de la BBC.

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