"El origen de este grupo no dista del origen de cualquier otro grupo yihadista" explica Florentino Portero, "los primero rastros que pueden verse del extremismo islámico podrían verse en la década de los 60" añade.
Sin embargo, el gran salto que da el extremismo islámico sucede con figuras como la del Aymán al-Zawahirí o la de de Osama Bin Laden "que trasladan el campo de batalla yihadista a un plano global".
En cuanto a Estado Islámico, Portero señala que "ya durante el tiempo de gobierno de Sadam Hussein se encuentran rastros de este grupo por la zona norte de Irak". Sin embargo tras el derrocamiento de Hussein ya no hay nadie que mantenga a raya a estos grupos extremistas. En este caso en concreto, "Estado Islámico trata de hacerse fuerte entre los suníes, ya que el origen de estos yihadistas es exclusivamente árabe y suní".
Más adelante este grupo terrorista "gana bastante fuerza durante el conflicto en Irak entre suníes y chiíes", pero serán los propios sunitas quienes acaban aliándose con las tropas norteamericanas para desarticular al grupo armado. Una de las razones más importantes para que los suníes lleven a cabo este movimiento es la violencia y brutalidad de los ataques perpetrados por Estado Islámico.
Tras huir a Siria, Estado Islámico mantiene un perfil bajo esperando la situación ideal para reaparecer. Este momento sucederá en mitad de la 'primavera árabe', cuando "los grupos yihadistas del momento tienen disputas entre si y a su vez tiene un conflicto abierto con las tropas libias y sirias".
"Es en este momento cuando Estado Islámico nace como tal", aunque por aquel entonces llevará el nombre de ISIS. Alzándose contra el gobierno sirio, que a su vez es chiita, y erigiéndose como la cabeza líder del yihadismo.
La fuerza de "EI proviene en gran parte porque ha conseguido reunir a la mayor parte de suníes" de la zona, y también es importante señalar que "reciben grandes cantidades de dinero llegadas desde la zona del Golfo Pérsico".