El primer ministro israelí y líder del partido derechista Likud, Benjamin Netanyahu, ha asegurado este lunes que mientras él siga en el cargo al frente del país no se establecerá un Estado palestino, lo que contradice su apoyo a la solución de los dos estados, principio fundamental de las últimas negociaciones de paz.
"Quienquiera que intente establecer un estado palestino o intente retirarse de algún territorio estaría simplemente cediendo terreno a los atentados terroristas islámicos radicales contra Israel", ha afirmado en declaraciones recogidas por la web de noticias israelí NGR. El periodista entonces preguntó a Netanyahu si eso significaba que no habrá un estado palestino si él sigue siendo primer ministro, a lo que éste respondió "desde luego".
Sus declaraciones parecen destinadas a lograr el apoyo de la derecha, a falta de un día para de las elecciones generales de este martes. Los sondeos sitúan al Likud de Netanyahu por detrás de la alianza de centro-izquierda Unión Sionista de Isaac Herzog. Las encuestas pronostican que Herzog logrará entre 24 y 26 de los 120 escaños de la Knesset o Parlamento israelí, mientras que el Likud conseguirá entre 20 y 22 asientos.
Netanyahu ha elegido para el cierre de campaña el asentamiento judío de Har Homa, en Cisjordania, una colonia que él mismo ayudó a fundar en 1997, en su primera etapa como primer ministro. Es un gesto para los votantes de los partidos minoritarios de extrema derecha, a los que ha instado a "volver a casa" y prestar de nuevo su apoyo al Likud.
"La elección es simbólica: el Likud, dirigido por mi, que seguirá defendiendo con firmeza los intereses vitales (de Israel) y un gobierno de izquierda (...) dispuesto a aceptar cualquier dictado", ha argumentado desde un atril en Har Homa, delante de un paisaje de edificios en construcción y grúas. La Unión Sionista, una coalición de partidos de centro y de izquierda liderada por Isaac Herzog, es la principal favorita para los comicios de este martes.