Sus posiciones deberían causar inquietud no sólo a los judíos británicos, a los diplomáticos israelíes y a sus colegas sensatos del Partido Laborista, sino a la sociedad británica y a la europea.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado el puesto 4.28, ubicado en las afueras de la Blue Line (la línea de repliegue de las FAS israelíes tras su última "entrada" en Líbano), en el que falleció hace tres años y medio el cabo Francisco Javier Soria.