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Las claves de una escalada en Gaza en la que los cohetes terroristas han matado más palestinos que israelíes

El último conflicto entre Israel y una organización terrorista palestina ha tenido unas características especiales que es importante analizar.

El último conflicto entre Israel y una organización terrorista palestina ha tenido unas características especiales que es importante analizar.
El sistema Iron Dome de Israel interceptando cohetes lanzados por terroristas en Gaza. | EFE

La tranquilidad ha vuelto a la Franja de Gaza y el sur de Israel después de varios días en los que el ejército israelí ha desarrollado una operación contra la segunda organización terrorista más importante del territorio: la Yihad Islámica Palestina (YIP).

El alto al fuego, pactado con la intermediación de Egipto, llegaba después de que tres días en los que Israel ha bombardeado a miembros e infraestructuras de dicha organización, en una operación en la que han muerto 47 palestinos, aunque buena parte de ellos lo han hecho a manos de los propios terroristas.

¿Qué es la Yihad Islámica Palestina?

Desde que Hamás tomó el poder en Gaza hace quince años –por cierto, tras un golpe militar en el que murieron decenas de palestinos– todos los conflictos de Israel en la Franja han sido contra esta organización terrorista.

En esta ocasión, sin embargo, la escalada ha tenido como rival a la Yihad Islámica Palestina, una banda terrorista palestina mucho menos poderosa que la que gobierna Gaza, pero "eso no significa que no sean una organización terrorista muy peligrosa", tal y como explicaba en un encuentro con periodistas internacionales organizado por la organización Europe Israel Public Affairs, el experto en Oriente Medio Kobi Michael.

Tanto Hamás como la YIP están apoyados, financiados y formados desde Irán. Pese a que ambos son grupos sunitas, la teocracia chií los usa como herramientas para desestabilizar Oriente Medio y, en este caso como en otros, acosar a Israel. Hamás, no obstante, tendría una mayor capacidad de maniobra, mientras que la YIP estaría completamente subordinada a los Ayatolás.

Pese a estas similitudes, es importante destacar sus diferencias: Hamás quiere ser, además de una organización terrorista que es su característica esencial, un movimiento político, social y religioso, con aspiraciones de poder muy concretas que ya se han plasmado en la propia Gaza y que abarcan todo el ámbito palestino: su objetivo inmediato es derrotar a Fatah, la organización que domina la Autoridad Nacional Palestina; por el contrario, la YIP no tendría esas aspiraciones de poder y respondería más al esquema tradicional de una banda terrorista, algo que tiene su lógica si tenemos en cuenta que fue fundada en los años 80, mucho antes que Hamás.

El verdadero curso de los acontecimientos

La crisis se precipitó después de que el pasado uno de agosto las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF por sus siglas en inglés) detuviesen al líder de la YIP en Cisjordania. La organización terrorista decidió que su respuesta iba a llegar desde Gaza.

Un oficial israelí ha asegurado a Libertad Digital que esta respuesta pasaba con atentados contra civiles y que la inteligencia del país hebreo sabía que el riesgo era "inminente", así que se vieron urgidos a "emprender ataques contra la gente que iba a desarrollar u ordenar esos atentados".

Entre ellos, se eliminó a número dos de la organización terrorista en Gaza y a varios de sus dirigentes destacados, no así a su líder máximo, que se encontraba en Irán y ha vivido toda la crisis en la comodidad de unos miles de kilómetros de distancia.

1170 cohetes lanzados contra Israel

Tras esta acción preventiva para evitar ataques inminentes la respuesta de la YIP ha sido lanzar centenares de cohetes contra Israel. Concretamente, la fuentes israelíes aseguran que se han lanzado desde Gaza 1.170 de estos artefactos a ciudades del sur y el centro de Israel.

Es importante señalar que mientras las IDF han atacado objetivos militares y se esforzaban en reducir el número de bajas civiles, los cohetes de la YIP son lanzados contra la población de Israel.

Más de mil cohetes lanzados sobre la población civil serían sinónimo de una auténtica masacre en cualquier país y si eso no ocurre en Israel se debe al sistema antimisiles Iron Dome, creado precisamente para interceptar en el aire estos artefactos y que una vez más ha tenido un papel decisivo eliminando el 90 por ciento de los cohetes que iban a impactar en áreas habitadas de Israel.

Cohetes que matan más palestinos que israelíes

Hay otra razón para que la Yihad Islámica Palestina no haya logrado cumplir su propósito de asesinar a civiles israelíes: casi el 20% de los cohetes que han lanzado –concretamente 185– han fallado y han acabado cayendo en el propio territorio de Gaza y, en algunos casos, mantando a personas indefensas.

De hecho, las autoridades israelíes aseguran que han muerto más civiles palestinos por los cohetes de la propia YIP que por los bombardeos de la IDF. Según los datos facilitados por fuentes militares israelíes 14 de los 47 fallecidos durante esta crisis se debería a estos proyectiles fallidos y la agencia AP ha afirmado que esa cifra "es consistente" con la información independiente que ella misma ha recabado.

El caso más conocido incluso se ha grabado en vídeo: uno de estos cohetes se precipitó sobre la localidad de Jabaliya causando varios fallecidos, entre ellos cinco niños. Una tragedia de la que, encima, la izquierda en España ha culpado a Israel.

Kobi Michael señalaba que la razón para este alto porcentaje de fracasos es que "la capacidad técnica de la YIP es mucho menor que la de Hamás o Hezbolá, por eso los cohetes que producen son de baja calidad". Es más: "Aquellos que han llegado más lejos y han recorrido distancias de 80 o 100 kilómetros no han sido fabricados por la YIP, sino que son iraníes y han sido introducidos en Gaza a través del Sinaí o de rutas marítimas".

En el colmo del sarcasmo, uno de los pocos cohetes que sí alcanzó su objetivo cayendo sobre un polígono industrial en la ciudad de Ascalón hirió… a un palestino de Cisjordania que trabaja en la fábrica bombardeada. Afortunadamente, no hubo que lamentar muertes y el trabajador herido se recupera en un hospital.

"Hemos hecho todo lo posible"

Del otro lado, un oficial israelí explicaba a Libertad Digital que "cada baja de un civil es una tragedia y está siendo investigada", pero que pese a que "hemos hecho todo lo posible por evitarlas, ha habido lanzamientos de cohetes desde patios de escuelas o desde edificios de apartamentos y es casi imposible no causar algún daño".

Y eso que la Fuerzas de Defensa de Israel no sólo han usado bombas de precisión sino que, como ya es habitual, han desarrollado prácticas como alertar a los civiles de las zonas que iban a ser bombardeadas o, como demuestra un video publicado en redes sociales, han abortado operaciones al descubrir la presencia de un único civil en las inmediaciones de su objetivo.

¿Por qué Hamas no ha hecho nada?

Uno de los detalles más significativos de la crisis ha sido la respuesta, o mejor dicho, la falta total de respuesta de Hamás, que no ha movido un dedo pese a los bombardeos israelíes.

Los analistas ven claro que la organización que controla Gaza no se sentía preparada para un nuevo conflicto con Israel sólo poco más de año después de la última confrontación a gran escala, en mayo de 2021, que fue especialmente dura para Hamás.

Por otro lado, el comportamiento de la YIP también puede ser interpretado como un reto al poder supuestamente absoluto de Hamás en la Franja, así que con su inactividad estarían asimismo castigando la ‘rebeldía’ de un grupo terrorista que se habría tomado más libertades de las que le corresponderían.

Eso sí, en esa inacción ha tenido dos caras: no han respondido a Israel pero tampoco han frenado a la YIP, lo que podría cuestionar ese control absoluto que se pensaba que tenían del territorio y supone, tal y como señalaba Kobi Michael, una mala noticia para Israel: tener en frente a varios grupos terroristas descontrolados es la única cosa peor que tener a una única organización fanática y criminal como es Hamás.

¿Qué supone el alto al fuego, quién ha ganado?

La noche del pasado domingo entro en vigor, aunque fue violado por la YIP poco después, un alto al fuego tras el que la normalidad ha vuelto a Gaza. Los terroristas declararon que Israel había cedido a alguna de sus reivindicaciones pero la realidad parece ser muy distinta: fuentes israelíes aseguran que lo único a lo que se ha accedido es a mantener la tregua mientas la otra parte lo haga y, además, los analistas coinciden en que el ejército israelí habría cumplido ya con los objetivos militares de la operación, causando importantes bajas entre los miembros más relevantes de la organización terrorista y destruyendo buena parte de sus instalaciones y logística.

Todo apunta por tanto a que la YIP se ha visto obligada a acceder a una tregua ante la contundencia de la respuesta militar israelí y la importancia de sus propias pérdidas, la pasividad de Hamás y también la presión egipcia, pues el país árabe está muy implicado en la reconstrucción de la Franja de Gaza en proyectos millonarios, además de que mantiene unas relaciones con Israel que probablemente nunca han sido mejores y que no está interesado en romper.

Finalmente, ¿qué puede pasar ahora?

Aunque todo parece indicar que la Yihad Islámica Palestina ha quedado muy dañada y poco operativa tras este conflicto, por desgracia en Oriente Medio la estabilidad suele ser pasajera: es imprevisible qué puede provocar la próxima crisis, quién puede estar implicado y dónde puede tener lugar.

La actitud de Hamás también parece dejar claro que al menos en el corto y medio plazo no va a buscar otra guerra como ya ha hecho en varias ocasiones. No parece en disposición de permitirse otro conflicto con los costes que suponen.

Sin embargo, la situación es más compleja: Israel lleva tiempo advirtiendo que la presión de Hezbolá en el sur del Líbano puede llevar a una escalada y un conflicto en cualquier momento. La organización terrorista libanesa –uno de los principales aliados de Irán en la zona– es seguramente el más peligroso contrincante al que actualmente se puede enfrentar el país hebreo en un conflicto directo.

Y muy pocos dudan que de llegar se conflicto en el norte Hamás se vería obligada a responder también en el sur, creando así una pinza que desde luego supondría una importante complicación táctica para Israel.

¿Es seguro que ocurrirá algo así? Es probable, pero no seguro, nada es seguro en Oriente Medio excepto lo que ya ha ocurrido.

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