El impacto de fuegos artificiales sobre una cubierta de plástico "altamente inflamable" parece ser la causa del infernal incendio declarado en la sala de fiestas Al Haitham Hall, en la ciudad norteña de Al Hamdaniya (cercana a Mosul), durante la celebración de una boda cristiana con alrededor de 600 invitados. Así lo recogen los informes preliminares realizados por la Defensa Civil iraquí.
El fuego habría provocado el colapso del techo, que terminó cayendo sobre los asistentes. Entre ellos, los novios. "El número de muertos es de 114 y hay más de 200 heridos", según el balance ofrecido por el gobernador de Nínive, Najm al Yubori. Por su parte, el Ministerio de Salud iraquí ha señalado que "la situación está bajo control". Aunque siguen saliendo fallecidos bajo los escombros.
Estamos ante una de las peores tragedias de los últimos años en Irak. Los departamentos e instituciones de Nínive guardarán el jueves un minuto de silencio, se realizarán distintos actos religiosos en memoria de las víctimas y se ha declarado una semana de luto en la región autónoma del Kurdistán iraquí, donde se encuentra la provincia en la que ha ocurrido el terrible suceso.
La misión de Naciones Unidas en la zona ha calificado el incendio de "una inmensa tragedia". Su personal -ha asegurado en un breve comunicado- está "conmocionado y dolido por la horrible pérdida de vidas". Un duro golpe, por cierto, para la comunidad cristiana en Irak. Nínive es el principal bastión de esta minoría religiosa en el país de Oriente Medio, que -según diversas estimaciones- está integrada por entre 200.000 y 500.000 personas.