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'Dragon Quest VI: Los reinos oníricos', rol clásico de buena cosecha

El título confirma que en DS aún hay vida después de Nintendo 3DS.

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Decir Dragon Quest es sinónimo de rol de calidad. La ya mítica marca vuelve una vez más a Nintendo DS con Dragon Quest VI: Los reinos oníricos, un remake de la misma entrega de la saga que salió para Super Nintendo en 1995. Con las características clásicas de la saga, diseños de Akira Toriyama, combates por turnos y un mapa descomunal para explorar, el título confirma que en DS aún hay vida después de Nintendo 3DS.

Lo mejor

  • La historia basada en dos mundos da mucho juego y hace que el mismo mapa sea el doble de grande.
  • La historia mantiene un nivel de intriga que atrapará a quien ose empezarla.

Lo peor

  • En momentos es demasiado lineal y no da toda la libertad que debería.
  • Los combates al principio son monótonos por la falta de opciones por no tener personajes de diferentes tipos.

El primer Dragon Quest se publicó en 1986 para la Super Nintendo y Enix se encargó de su distribución. El juego fue todo un éxito y desde entonces no ha parado de generar nuevas entregas que se han ido adaptando a las distintas consolas de las grandes compañías.

En Nintendo DS la saga Dragon Quest parece haber encontrado una gran compañera y desde su lanzamiento hasta ahora, la portátil de Nintendo ha recibido siete entregas. La última es Dragon Quest VI: Los reinos oníricos, aunque podría haber otro más dentro de poco.

Hablar de Dragon Quest es hablar de un juego de rol, normalmente con combates por turnos, con ciertas dosis de humor y sobre todo con un diseño a cargo del maestro Akira Toriyama, dibujante de 'Bola de Dragon'. La combinación de estos aspectos han conseguido que 'Dragon Quest' resista con éxito en el tiempo y una buena prueba de ello es la entrega objeto de este análisis.

En este título destaca la calidad de la historia, que transporta a los usuarios a un escenario en el que la realidad y los sueños se mezclan. Con la clásica jugabilidad vista en otras entregas, Dragon Quest VI: Los reinos oníricos promete horas de diversión.

¿Mundo real o un sueño?

La historia de Dragon Quest VI: Los reinos oníricos transporta a los usuarios a un mundo donde ellos serán los héroes desde el principio. En la historia, los usuarios tendrán que dar nombre al protagonista, al que se irán sumando compañeros para luchar contra el poder de la oscuridad, encarnado por el malvado Murdaw.

Este RPG cuenta con una historia que desde el minuto uno atrapa a los jugadores. La acción comienza con tres guerreros apunto de librar su última batalla. La acción se interrumpe con la aparición de un ente misterioso y el jugador reaparece en una tranquila aldea. Este tipo de contrastes es común en toda la historia, en la que los jugadores irán alternarán momentos de tensión narrativa con espacios de aventura y acción.

En la historia, el aspecto fundamental es la existencia de dos mundos paralelos: el mundo real y el mundo de los sueños. Los usuarios tendrán que avanzar para conocer las peculiaridades de cada uno. La historia juega con estos dos aspectos para mantener en todo momento el interés de los jugadores.

Al personaje principal, bautizado por cada usuario, se van añadiendo compañeros de viaje, cada uno con unas características de ataque distintas. La estética de estos personajes y de los monstruos, magistralmente diseñados por Toriyama, sumado a la historia, hace que los usuarios quieran avanzar para seguir acercarse al desenlace definitivo y ver más del delicado mundo diseñado por el artista japonés.

Acción tradicional

Dragon Quest VI: Los reinos oníricos cuenta con el estilo de la saga, incluidas otras entregas que han llegado a Nintendo DS (menos Dragon Quest Monsters: Joker). Los jugadores ven la acción con una vista cenital, con gráficos en 2D y pueden interactuar con las personas que encuentren en los pueblos y con objetos como librerías, armarios o pozos.

El sistema de combates es por turnos. El usuario decide el ataque de cada uno de sus personajes, tras lo cual, cada bando realiza su técnica. Del sistema de combates caben destacar dos aspectos. El primero es que, como es habitual en los RPG, cada jugador tiene unas características que potencian un tipo de ataque. El protagonista es el más ambivalente, pero hay un guerrero y varios personajes con poderes mágicos o especiales.

El problema de limitar las técnicas de los personajes es que el usuario tardará varias horas en reunir un equipo que ofrezca la suficiente variedad de posibilidades (distintos ataques, magias y acciones) para mejorar el atractivo de los combates.

El segundo punto importante en los combates es la posibilidad de encomendar tareas a cada personajes. El jugador puede ordenar a los personajes que acompañan al héroe que hagan acciones automáticamente, sin necesidad de escogerlas cada turno. Por ejemplo se puede decir: "ataca sin piedad" y todos los turnos lanzará su ataque más potente. Este sistema mejora la velocidad del sistema, pero los usuarios pierden algo de control y tendrán que estar atentos al desarrollo de la acción.

En Dragon Quest VI: Los reinos oníricos el mapamundi es un elemento importante que interactúa de forma activa con la dualidad de mundos de la historia. Con varios continentes, el mapa presenta una extensión considerable, que se ve multiplicada ya que las ciudades y elementos no son idénticos en el mundo real y en el mundo de los sueños. Por ejemplo, algunas construcciones en un mundo están destruidas o en mal estado y en el otro están perfectamente.

La amplitud del mapa y el cambiar de mundo hace que el juego gane en dinamismo. Los personajes (en fila india) se mueven por el mapamundi de un punto a otro, encontrando enemigos de forma aleatoria como en muchos juegos de este estilo. La mayor crítica en este sentido es que el juego en ocasiones es excesivamente lineal y limita las posibilidades de movimiento en función de la historia.

El sistema de objetos y equipamientos también es el tradicional, no se ha innovado nada. Cada personaje puede portar un tipo de arma y equipamiento que mejora sus actividades. En cada pueblo se puede adquirir un equipamiento mejor que de forma progresiva mejora los atributos de cada luchador.

Un aspecto que diferencia Dragon Quest de otros RPG es el almacenamiento de los objetos. Cada personaje puede llevar una cantidad determinada y el resto se guardan en una bolsa general. Durante los combates la acción se limita a los objetos que se portan, lo que hace que el usuario tenga que estar pendiente de equipar correctamente a cada personaje.

En cuanto a los gráficos y al sonido, el juego no incorpora ninguna novedad respecto a los títulos de la saga que le han precedido en Nintendo DS. La música presenta algunas melodías habituales de la saga y los gráficos 2D son correctos, el usuario no echará de menos nada más espectacular.    

Conclusiones

Dragon Quest VI: Los reinos oníricos es un título con una historia enigmática y cautivadora. La existencia de dos mundos paralelos da mucho juego y hará que los usuarios tengan ganas de avanzar en el título constantemente. El control, los gráficos y la jugabilidad es ya clásica por lo que a los seguidores de la saga no les defraudará y a los que no les guste este estilo seguirá sin llamarles la atención.

Notas
Gráficos En la línea de Nintendo DS. En este caso, más allá de los gráficos, la nota se la ganan los diseños de Akira Toriyama. 8,5
Sonido Algunas melodías son clásicas y en seguida harán que los usuarios reconozca la saga en la que están. 8
Diversión La historia es apasionante y los combates mejoran según pasa el tiempo. 9
Total Un RPG clásico, con una buena historia y un mapa de grandes proporciones para disfrutar durante horas. 8,5

Dragon Quest VI: Los reinos oníricos está disponible para Nintendo DS con un precio de 40 euros y un PEGI de mayores de 12 años.

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