Totalmente de acuerdo con el análisis de D. Manuel, tanto en las consecuencias como en sus causas últimas. Pero creo que se le olvida señalar que como consecuencia de esas y quizás otras circunstancias que han modelado nuestra historia, el resultado es que estamos en un país profundamente inculto en el más amplio sentido de la palabra y además, en mi opinión, bastante estúpido e irracional en el sentido literal del término.
Me temo que en el fondo, el cambio en los votantes no sea el resultado de un análisis económico-político sobre cual es la mejor opción entre las que se ofertan. Porque si nos fijamos bien, quizás con la excepción de la de un partido que me abstendré de señalar, todas las demás adolecen de una absoluta falta de contenido programático, político y económico, reduciéndose a una serie de eslóganes para consumo de subnormales del tenor de "Vota a fulanito por más Andalucía" que recuerdan mucho al famoso "Yes we can" del Sr. Obama, que tampoco se entretenía demasiado en explicar exactamente qué podían y qué tendrían que hacer para conseguirlo. La realidad es que si algún candidato se digna explicar que ellos robarán un poco menos que la oposición, o que será un poco más cuidadoso con el contenido de las arcas púbicas, esto ya se considera un razonamiento económico de lo más sofisticado.
Como decía, creo que el cambio no es el resultado de ningún análisis racional, sino que se trata más bien de la rabieta de un niño al que se le ha caído al suelo su piruleta; hace culpable de sus desdichas al adulto que en ese momento lo lleva de la mano y se acerca al primero que cree que sacará otra de la faltriquera.
Además de lo anterior, si consideramos el pasado reciente -y me refiero al giro electoral que siguió a las infectas postrimerías de la era González que propiciaron la llegada de Aznar-, podemos comprobar que además de acéfalo, el pueblo soberano tiene aproximadamente la misma memoria histórica que la mosca cojonera y en este sentido, me hacen bastante gracia esos "expertos" y politólogos que estos días inundan los foros de debate televisivos anunciando una larga travesía del desierto para el PSOE y casi su desaparición.
En contra de tan doctas opiniones y a pesar de no ser politólogo y solo experto en llegar a mi casa a la hora de comer, creo poder afirmar que en cuanto mínimamente podamos respirar, volverán presto los vendedores de elixires y crecepelo y que el pueblo se sentirá de nuevo muy satisfecho de volver por sus fueros; a que "paguen más los que más tienen"; a votar a "los nuestros" y a lo que "me pide er cuerpo".
En fin, no se ustedes, pero creo que la raíz última del problema es que en contra de lo que muchos piensan, los "casposo" no son los toros, el Tío Pepe o la pandereta.
Enhorabuena. Gran artículo, con el que, obviamente, estoy de acuerdo. Sin embargo, yo haría una pequeña reflexión: bajo mi modesta opinión, creo que empieza a existir en España, desde hace ya unos años, un creciente movimiento liberal, debido a múltiples razones (madurez intelectual de una gran parte de la sociedad, posibilidad de viajar y ver otros paises/culturas, descontento con la clase política, crecientes inquietudes individuales, internet, etc.). El simple hecho de que los socialistas y comunistas estén continuamente nombrando al liberalismo (con sus críticas constantes a lo que llaman neoliberales y neocons) es un indicativo de la importancia que está empezando a tener. Pienso que somos muchos más los liberales de lo que creemos; y muchísimos lo son sin saberlo: es muy frecuente (o por lo menos a mi me pasa) hablar con alguien y que te defienda o suscriba los argumentos liberales, pero cuando le dices: "pero si tu eres casi más liberal que yo", o bien te contestan con un "qué significa eso?" o se quedan callados sin saber qué decir. Disculpad la parrafada que he soltado, y un saludo a todos.
Aumentemos de un solo plumazo el tamaño de la economía productiva y dejemos que el mercado imponga su eficiencia en la distribución de recursos y de la renta.
• Privaticemos la sanidad
• Privaticemos la educación
• Privaticemos la policía
Si cada uno paga su sanidad y la educación de sus hijos podríamos reducir las cotizaciones sociales, el impuesto de sociedades y podríamos abolir el IRPF a las rentas del ahorro dado que los bienes que producen esa renta ya han pagado impuestos.
Con esta rebaja de impuestos de la economía crecería sin límites.
Lo que gana cada uno es de él y no se lo quita el Estado. Si alguien no tiene para pagar al médico que se acoja a la caridad de los que tengan. Si no tiene para pagar la educación a sus hijos, no importa, al fin y al cabo para trabajar de dependienta, o de oficinista o de camarero o cuidando viejos no se requiere mucha enseñanza.
Si al final tienen que trabajar los niños, es como debe ser, si el niño y la empresa están de acuerdo.
DE acuerdo con pablocj.
Hace poco leí en el blog Desencadenado de Borja Prieto (hace mucho que no escribe aquí) un artículo sobre eso de lo que no se hablaba en las casas, ni se aprendía en las escuela, porque era de mal gusto, y que se aprendía de aquellas maneras entre amigos...y no, no era el sexo
De lo que no se habla, y para lo que no se educa a la gente en España es sobre el dinero.
Es exactamente así, gran artículo.
En parte de acuerdo, en parte no. Yo creo que no es que España sea de izquierdas, sino que en España, casi nadie tiene ni unas mínimas nociones de economía ,ni de cómo funciona la administración pública. Los ciudadanos no son conscientes de los costes del servicio público, y tampoco tienen referencia real de lo que costaría si fuese privado. Tampoco la diferencia de calidad. Y aplican el dicho: "Más vale pájaro en mano..."
La gente, como en Economía en una lección, sólo ve el primer efecto de la intervención estatal y se olvida de las terribles consecuencias.
Pero en el fondo, yo pienso que dentro de cada español hay un ácrata dentro, que a fin de cuentas, mira por su interés. Tenga en cuenta que con los planes E y demás derroches, se han realizado infraestructuras populistas en muchos pueblos que nunca habrían soñado con tener esos grandes polideportivos, esas pistas de pádel y otras muchas infraestructuras vistosas y populistas. Pero a pesar de eso, ha pesado más el bolsillo vacío del ciudadano. La gente ha ignorado las obras populistas con dinero público y se ha dado cuenta de que por muchas pistas de pádel, por muchos botellódromos, etc. En España no se vive bien, porque a fin de cuentas, las obras y el gasto público están bien, siempre que uno tenga trabajo y dinero para gastárselo en lo que le da la gana.
Por eso perdió Aznar, cuando la economía española iba como nunca. El ciudadano tenía tanto dinero en el bolsillo que empezó a olvidarse de lo importante y a preocuparse de la ecología, de la guerra y de las tonterías demagógicas que utiliza la izquierda.
Es cierto que hay mucho trabajo por hacer, pero no es fácil pasar de una dependencia total del estado a ir por libre. El estado nos lleva toda la vida en brazos, así que tendremos que aprender a andar, porque tenemos las piernas atrofiadas. LD ha hecho mucho por el liberalismo en España.

Extraordinario artículo, el mejor sobre economía que he podido leer en muchos años, es para enmarcar, y no sólo estoy completamente de acuerdo, sino que me temo lo peor, con la profundización de los problemas económicos, iremos hacia Argentina, que es lo que pedirá la gente (de derechas y de izquierdas), así que podemos esperar sentados para salir de ésta, una mentalidad como la nuestra no se cambia (si es que puede cambiarse...) en unos años, lo hará, si lo hace, en varias generaciones..., aquí domina el sentimiento de la envidia (que haya ricos creemos que nos perjudica, cuando obviamente no es así, y preferimos estar peor, si el otro también lo está...), nadie piensa que Amancio Ortega o Isidoro Álvarez con su trabajo (y su fortuna, por supuesto) me beneficia A MÍ, sino en cómo podemos crujirlos a impuestos..., la gente piensa que la riqueza es un todo que está ahí esperando un "justo" reparto, y que ni se crea ni se destruye..., no creen en las medidas que favorezcan la creación de más riqueza, sino en el reparto de la que haya en un momento dado..., en fin, es lo hay..., semos asín...