
Vox sigue mostrando una preocupante deriva intervencionista en materia económica que, aunque adornada con elementos de defensa de la nación y los valores tradicionales, no dista mucho de la actitud de los partidos de izquierda con respecto a la libertad económica. Por ello, no resulta sorprendente ver cómo el partido de Santiago Abascal propone costear las ayudas en vivienda a los ciudadanos españoles mediante subidas de impuestos a los compradores extranjeros. Concretamente, Vox ha defendido la implementación de esta medida en una proposición no de ley "relativa a una bajada drástica de los impuestos relacionados con la vivienda" que ha presentado con el fin de que se discuta esta medida en la Cámara Baja.
Señalamiento a los extranjeros
En su propuesta el partido de Santiago Abascal denuncia que "asistimos en España a una emergencia habitacional sin precedentes" dadas las tensiones existentes entre oferta y demanda. Así, aseguran que "la demanda española ha sido precarizada y forzada a sufrir competencia desleal". En este sentido, defienden que "las ciudades españolas donde se concentran las oportunidades laborales se han convertido en zonas hostiles, especialmente para los jóvenes españoles, y la inmigración masiva ha inundado nuestros municipios haciéndolos inhabitables o inaccesibles".
En este sentido, Vox apunta en el documento que "desde 2020, la oferta de vivienda en alquiler permanente ha caído más de la mitad en España (56%), mientras que los precios se han incrementado un 30% en este periodo". Asimismo, la formación de Abascal explica que, mientras que en el año 2011 el 70% de los menores de 35 años eran dueños de sus casas, hoy este porcentaje se ha reducido hasta el 31%.
Además, lamentan que, en algunas ciudades, actualmente se necesiten diez años de un salario bruto anual para la compra de una vivienda, así como que "más del 40% de las familias destinan más del 40% de sus ingresos a pagar alquiler". En este sentido, desde Vox inciden en que "el gobierno de Sánchez, con la ayuda del Partido Popular y con la colaboración de las mafias de tráfico de personas, ha importado tres millones de inmigrantes en apenas siete años".
Por otra parte, el partido que lidera Santiago Abascal también apunta al impacto de las cargas tributarias sobre la vivienda. "Según un estudio de ASPRIMA, entre el 22-32% del precio de la vivienda son impuestos", señalan al respecto. De este modo, desde Vox denuncian que "mientras los españoles padecen la exclusión residencial, los sucesivos gobiernos nacionales, autonómicos y municipales del bipartidismo han decidido hacer negocio con su miseria y prácticamente un tercio del importe total de un inmueble es directamente imputable a impuestos o tasas".
Evidentemente, la excesiva carga tributaria sobre la vivienda es uno de los factores que explican el incremento de los precios en los últimos años. Precisamente por este motivo, se deberían reducir los impuestos que gravan la vivienda, tanto su compra como la venta, donación o disfrute de la misma. Sin embargo, siguiendo su línea habitual, desde Vox encuentran un obstáculo: la inmigración.
Para el partido de Santiago Abascal, sólo se podría llevar a cabo una reducción de los impuestos sobre la vivienda si se logra ejercer un control total sobre la inmigración. "En VOX tenemos claro que para poder llevar a cabo rebajas fiscales de manera masiva con el objetivo de facilitar el acceso a la vivienda de los españoles, tanto en régimen de alquiler como en propiedad, es necesario proceder urgentemente a un control exhaustivo de nuestras fronteras", señalan en este sentido, subrayando además la necesidad de construir masivamente vivienda pública y facilitar la construcción de vivienda libre.
En consecuencia, la formación propone una batería de reducciones de impuestos que incluye el IVA, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y el Impuesto sobre el Patrimonio, así como aumentar los supuestos de bonificación del Impuesto sobre Bienes Inmuebles o recuperar la deducción por inversión en vivienda habitual en el IRPF, entre otras medidas.
No obstante, al mismo tiempo, Vox ha presentado otra proposición no de ley "como respuesta al coste de la inmigración masiva, para su discusión ante el Pleno" en la que destacan que, al mismo tiempo que han llegado casi 3 millones de inmigrantes más desde que Sánchez gobierna, "en los últimos años se ha triplicado el stock de vivienda
en manos extranjeras y fondos". De esta forma, denuncian que "en 2007, los compradores extranjeros de una vivienda eran sólo el 7,5% del total, mientras que en 2024 esta cifra se elevó al 20,9 % del total de las operaciones".
Por ello, además de "remigrar" a los inmigrantes ilegales y que cometan delitos graves o reincidan en delitos leves, auditar las concesiones de nacionalidad aprobadas en los últimos años, suprimir la institución del arraigo y establecer la prioridad nacional en el acceso a todas las ayudas, entre otras medidas, exigen también la intervención del Gobierno para desincentivar la compra de vivienda por parte de "fondos y fortunas extranjeras".
Concretamente, la propuesta de Vox a este respecto consiste en "establecer un régimen fiscal específico y disuasorio para la adquisición de viviendas por parte de capital extranjero, con el fin de proteger el acceso a la vivienda por parte de los españoles. Los ingresos generados por esta fiscalidad especial se destinarán íntegramente a financiar bonificaciones fiscales y ayudas directas para jóvenes españoles, así como a la promoción de vivienda protegida de acceso exclusivo para españoles".
Por tanto, la solución de Vox no radica en la liberalización del sector y la reducción del intervencionismo del Estado, sino en intervenir aún más este sector, señalando además a la inmigración como el factor que explica la actual crisis de la vivienda. En realidad, el problema de fondo no es otro más que el excesivo intervencionismo del Estado sobre el suelo, que impide que la oferta se adecúe a las necesidades de la demanda. Esto no implica negar que la inmigración irregular sea un grave problema. Sin embargo, si la inmigración supone un factor desestabilizador en materia de vivienda, se debe a que este sector ha sido fuertemente intervenido.
Políticas de izquierda
Este señalamiento a los fondos de inversión y al capital extranjero es propio de la izquierda española, que insiste además en culpar a los pisos turísticos de buena parte del incremento del precio de los alquileres.



