EL AGUA
Por toda la Comunidad de Madrid ríos, lagunas y embalses nos hablan de cómo las relaciones entre el hombre y la naturaleza pueden ser beneficiosas para ambos y dibujan un mapa con numerosos puntos de interés a través de los que se puede encontrar un Madrid sorprendente, bellísimo, lleno de vida y en la mayor parte de las ocasiones muy poco conocido pero que está ahí, esperando a que lo descubramos.
1.- Lagunas de Sotillo y Picón de los Conejos
Al este de la Comunidad, en una zona en la que el paisaje empieza a tomar un toque manchego, el río Jarama corre de norte a sur y a su alrededor surgen multitud de zonas húmedas y lagunas en las que la naturaleza y el agua reclaman su protagonismo.
En Velilla de San Antonio el río se desliza rápidamente entre el llano y unas pequeñas colinas cortadas. Varios caminos permiten recorrer una zona extraordinariamente tranquila por la que sólo transitan ciclistas, caminantes, muchos conejos y hasta algún jabalí despistado.
Las Lagunas de Sotillo y Picón de los Conejos son varios pequeños lagos creados por la actividad humana, pero que ahora se han convertido en refugios para la aves y otro tipo de fauna y, sobre todo, en cuya superficie se reflejan el sol y un paisaje que las propias lagunas y el río tiñen de verde entre el dorado de los campos de cultivo.
Casi un secreto que sólo parecen conocer los locales, estamos ante un rincón insólito de la Comunidad de Madrid que merece que lo disfrutemos con una visita.
2.- Laguna del Campillo
Sólo unos kilómetros más al sur y también junto a la corriente del Jarama encontramos otro caso espectacular de cómo lo que era una herida en el paisaje se ha convertido ahora en un valioso recurso natural y paisajístico: la Laguna del Campillo.
La laguna es una de las mayores extensiones de agua del Parque Regional del Sureste: de norte a sur mide cerca de un kilómetro y medio de longitud y llega a tener varios cientos de metros de anchura para una superficie total de casi 40 hectáreas. Todo su perímetro se puede recorrer gracias a una senda muy sencilla y cómoda que nos va ofreciendo vistas de la gran mancha de agua y también del precioso paisaje que la circunda, incluyendo algunos meandros del Jarama y campos de cereal que pasan del verde intenso a un dorado deslumbrante según el momento del año. Desde algunos miradores también se puede observar la importante avifauna que pasa de la laguna, sobre todo en los días tranquilos en los que los pájaros pueden estar más confiados.
En las orillas se han habilitado zonas de recreo para los visitantes y está también un Centro de educación ambiental en el que se desarrollan actividades como exposiciones, talleres, visitas guiadas, exposiciones. Hay también algunos ejemplos e información de las plantas de la zona y una llamativa recreación de un yacimiento arqueológico con ejemplos, a tamaño real, de la gran fauna que poblaba la zona en la prehistoria. En resumen, la Laguna del Campillo es un lugar ideal para pasar un día en familia.
3.- Laguna de San Juan
Seguimos avanzando y descubriendo hacia el sur, pero en esta ocasión cambiamos la compañía del río Jarama por la del Tajuña, en cuyas cercanías está la Laguna de San Juan, en el término municipal de una de las localidades más turísticas de la Comunidad de Madrid: Chinchón, si bien está más cerca de otra interesante villa: Titulcia.
En este caso sí estamos ante un enclave natural, si bien décadas atrás fue restaurado porque la laguna prácticamente había desaparecido debido a la colmatación de sedimentos. El conjunto de la laguna en sí y la vegetación que la rodea tiene unas 40 hectáreas y es también un importante hábitat para plantas y aves.
La zona se puede recorrer por varias sendas en las que, además de los valores naturales y paisajísticos de los que sin duda disfrutaremos, se encuentran restos históricos de interés, como un nido de ametralladoras de la guerra civil.
También hay un observatorio ornitológico junto al agua en el que, según la época del año en la que nos encontremos, se pueden observar alguna de las aves que pasan por la laguna.
4.- Humedales de Aranjuez
Si ya nos hemos paseado por las cercanías del Jarama y el Tajuña, más al sur, ya casi donde Madrid deja de ser Madrid, podremos encontrarnos con el río más importante de los que cruzan el territorio de la región: el Tajo, que a la altura de Aranjuez es ya un río ancho, hermoso y tranquilo.
Pero además de la presencia en la zona del gran río, Aranjuez tiene algunos humedales de gran valor ecológico que nos ofrecen una cara muy diferente de una ciudad que todos creíamos conocer pero que aún guarda secretos muy interesantes. Los principales puntos de interés forman parte de la Reserva Natural de El Regajal – Mar de Ontígola, protegida desde el año 1994 por su diversidad ecológica y la excepcional riqueza de su flora y su fauna.
La zona del Regajal está en mitad de un paisaje de una riqueza natural sorprendente, su superficie casi pasa desapercibida pero guarda innumerables tesoros: es uno de los puntos más importantes para los estudios entomológicos y destacan especialmente sus poblaciones de mariposas, de las que se han contabilizado más de 700 especies.
El Mar de Ontígola, por su parte, es una preciosa laguna con una abundante población de aves, pero además tiene un vivo interés histórico: en realidad es un embalse artificial pero terminado en la segunda mitad del S XVI y que en su momento supuso un hito en la ingeniería hidráulica copiada posteriormente en muchos lugares de España e incluso América.
5.- Embalse de picadas
Como ya hemos llegado casi hasta el punto más al sur del sur, viramos y seguimos ahora nuestro camino hacia el oeste. El Embalse de Picadasse encuentra ya cerca de la sierra de Gredos, en un entorno privilegiado al que se accede en coche, no sin haber disfrutado antes de un recorrido con vistas maravillosas.
Fue construido en el año 1952 sobre el cauce del Alberche y se extienden por el término de San Martín de Valdeiglesias, muy cerca de Pelayos de la Presa. La represa se levanta junto al paraje conocido como Las Picadas, de donde toma su nombre, próximo a Aldea del Fresno.
En su entorno se puede disfrutar de los extensos bosques de pinos piñoneros y es una importante zona para el ocio en un entorno natural privilegiado, con áreas de recreo, merenderos perfectos para un buen picnic campestre familiar, fuentes… todo lo necesario para un día perfecto y mucho menos masificado que en el cercano y más conocido pantano de San Juan.
A diferencia de otros embalses que destacan por su anchura y gran extensión, la morfología del embalse de Picadas es estrecha y alargada, una orografía ideal para recoger agua y también para ofrecernos una bellísima panorámica de extensos bosques de pinos y montañas que lo convierten en un lugar tranquilo en plena naturaleza.
Además, en el embalse de Picadas no solo se puede disfrutar de un baño con sus aguas frescas de la sierra, sino también están permitidas las actividades deportivas y de aventura como el piragüismo o la pesca, así como el trekking a través de varias rutas entre los pinares de la Vía Verde, una ruta que también puede hacerse en bicicleta.
6.- Puente de la Mocha y río Cofio
Sólo unos kilómetros más allá del embalse de Picadas y rodeado por encinas, robles, pinos piñoneros y jaras está el Puente de la Mocha, de fácil acceso tanto a pie como en coche, pues junto a él ha un aparcamiento. Sus 40 metros de longitud cruzan las aguas del río Cofio, ya en la Sierra de Guadarrama. Allí también encontramos su merendero para comer y disfrutar del entorno y el agua fresca a pocos metros.
El puente Mocha, también llamado de los Cinco Ojos, se halla en el término municipal de Valdemaqueda, en la parte occidental de la Comunidad de Madrid. Forma parte de un emplazamiento natural bellísimo, con el río como gran protagonista: el Cofio es uno de los principales afluentes del Alberche que, a su vez, tributa en el Tajo. Un lugar ideal para pasar un día de descanso en plena naturaleza y a pocos kilómetros de Madrid capital.
No se conoce con exactitud el año de construcción del puente, aunque la tradición le atribuye un origen romano -de hecho es popularmente conocido como "puente romano"-, lo más probable es que se trate de una obra medieval. Pasear por los alrededores del puente o sentarse sobre las grandes piedras de las orillas del río, dejando que nuestros pies descansen mientras pasa el agua es uno de esos grandes pequeños placeres de este rincón de la Comunidad de Madrid.
7.- Presa del Gasco
Más al norte y a pocos minutos de Torrelodones y Las Rozas se encuentra la presa inacabada de El Gasco, un ejemplo perfecto de la importancia del agua en la historia y de su atractivo turístico e histórico, incluso cuando hablamos de grandes proyectos fallidos como es el caso.
Construida a finales del siglo XVIII, sobre el río Guadarrama. Sus ruinas se encuentran en la confluencia de los términos municipales de Torrelodones, Galapagar y Las Rozas de Madrid, en la zona noroeste de la comunidad autónoma española de Madrid.
Después de un bonito y tranquilo paseo a pie o en bicicleta, se abre ante nuestros ojos un gran valle por donde fluye sonoro en su cauce el río Guadarrama y se encuentra emplazada una obra de ingeniería, ahora lugar histórico relacionado con el agua de la Comunidad de Madrid.
Fue diseñada por el Ingeniero militar español, de origen francés Carlos Lemaur, en el reinado de Carlos III, en el contexto de las obras del canal del Guadarrama que tampoco llegó a concluirse. La idea era faraónica: se pretendía realizar un canal navegable de 667 kilómetros que uniese Madrid y la Submeseta Sur con el océano Atlántico, comunicando las aguas de cuatro ríos principales: el Guadarrama, el Manzanares, el Tajo y el Guadalquivir.
Como dato curioso la presa de El Gasco fue diseñada, en su momento, como la presa más alta del mundo, con 92 m de altura y 251 m de longitud en su coronación. En la actualidad ha quedado como un vestigio de una época anterior y un apacible lugar para visitar y por qué no, también un lugar de desconexión libre de ruidos.
8.- Embalse de Santillana
El Embalse de Santillana es uno de los embalses que suministra agua a Madrid y uno de los más grandes de la Comunidad -concretamente, es el cuarto mayor- y es también uno de los que destaca por su belleza paisajística y por el hermoso entorno de sus orillas. Las montañas de la Sierra de Guadarrama se reflejan en sus aguas tranquilas que se extienden por los territorios de Manzanares El Real y Soto del Real.
Uno de sus atractivos es una llamativa torre de estilo neogótico que es el único resto que queda por encima del nivel del agua del antiguo embalse de principios del siglo XX, que quedó sumergido al construirse uno mayor en los años 70.
Además, una bonita senda recorre una de las orillas del embalse con una serie de paneles explicativos sobre el lugar. Hay lugares habilitados para la pesca y, sobre todo, puntos de observación de aves, pies el embalse es una de las zonas de paso y nidificación de aves más importantes de todo el centro de la península, hasta tal punto que en 1993 fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Por último, no deberíamos abandonar la zona sin visitar el Castillo de Manzanares el Real, una joya de los siglos XV y XVI que está considerado como el castillo más hermoso y mejor conservado de la Comunidad de Madrid.
9.- Embalse de El Atazar
Ubicado en la zona de la Sierra Norte de Madrid, el embalse de El Atazar es el mayor de la Comunidad, representando el 46% del volumen embalsado de la región y siendo el gran suministrador de agua a Madrid. Tal volumen ha supuesto el desarrollo de todo un ecosistema que gira en torno al agua y, por supuesto, un cambio notable en el paisaje.
Fue construido en 1972, siendo una de las obras públicas más importantes de la época en toda España. El diseño de la presa supuso un auténtico alarde técnico en su momento, ya que fue de las primeras construidas en España con una bóveda de doble curvatura. Este diseño de la presa tiene la particularidad de enviar las cargas, al igual que una bóveda arquitectónica, hacia sus extremos que se apoyan sobre la roca de sustrato.
La presa posee más de ocho kilómetros de galerías de inspección en su interior y en los cimientos y no fue hasta principios de la década de 1990 cuando se consiguió estabilizarla lo suficiente como para llegar a su llenado total. Hasta ese momento, nunca se había sobrepasado el 92 % de su capacidad.
Actualmente, aparte de cumplir sus funciones de abastecimiento de agua y de generación de energía hidroeléctrica, el embalse es famoso también por la cantidad de deportes náuticos que se pueden practicar en él, ya que tiene permitida la navegación de embarcaciones sin motor y es un punto de encuentro habitual de deportistas o, simplemente, de aquellos que desean disfrutar del agua en un entorno maravilloso.
10.- Cascadas del Hervidero
Volvemos a virar hacia el sur para la última parada de nuestra ruta, para la que viajamos hasta San Agustín de Guadalix. Desde el mismo casco urbano de este pueblo parte un camino que nos permite seguir corriente arriba el curso del río Guadalix.
Atravesando deliciosos bosquecillos y prados, el río es un precioso remanso de tranquilidad que se quiebra en varias ocasiones en pequeñas cascadas que van dando una cierta musicalidad al paseo y en las que el excursionista se siente tentado a, al menos, mojarse los pies.
En ocasiones junto a la misma ribera del agua y en otras distanciándose algo más en un paisaje muy serrano, el camino se va adentrando más y más en el valle hasta que atraviesa dos viejos acueductos que son parte de las primeras infraestructuras del Canal de Isabel II.
Un poco más allá y después de una escalera estrecha y empinada se llega a una pequeña laguna natural a la que el río Guadalix cae por dos grandes chorreras. La cascada, el encantador laguito y las grandes paredes de roca que cierran el conjunto lo hacen, sin duda, un rincón idílico.
Más información: www.turismomadrid.es