Las aguas hace tiempo que no bajan tranquilas en la Puerta del Sol. Aunque la guerra contra la covid-19 las ha mitigado bastante, las tensiones entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y su vicepresidente y portavoz, Ignacio Aguado, hace tiempo que cruzaron ciertos rubicones.
El nombramiento por parte de la presidenta el pasado mes de enero del publicista Miguel Ángel Rodríguez, quien fuera secretario de estado de Comunicación con José María Aznar, como su jefe de gabinete, provocó un profundo enfado de Aguado, que apenas disimuló aquel 20 de enero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, donde dijo no compartir la decisión, de la que fuentes próximas al vicepresidente aseguran que se enteró en la misma reunión ordinaria del gabinete. En septiembre de 2019, Rodríguez acusó al padre de Aguado de haber cobrado un contrato de la administración autonómica "por la cara", en referencia a un hecho ocurrido antes incluso de que Aguado entrase en política.
El vicepresidente trata de marcar un acento político propio, una actitud que ha intensificado en los últimos días. En una entrevista en Libertad Digital se apresuró a plantear que se contemplase ya una apertura "urgente" de los colegios, sin esperar a septiembre, y en varias declaraciones públicas, las ultimas este lunes, insiste en plantear un gran acuerdo con el PSOE madrileño, que lidera en la Asamblea de Madrid Ángel Gabilondo, porque tras esta crisis del coronavirus no se puede "pretender gobernar contra la mitad de la población".
"Necesitamos construir unos planteamientos que nos permitan en el corto, medio y largo plazo poder avanzar y reconstruir una Comunidad muy dañada por los fallecimientos, pero también en el tejido empresarial, social, con más familias vulnerables. No podemos mirar a otro lado porque seamos tres partidos distintos", defendía el dirigente de Ciudadanos.
Alcanzar pactos entre Cs, PP y PSOE resulta "imprescindible" porque es además "un deber moral", "lo que están pidiendo los ciudadanos". "No se entendería otra que no fuera que nos tendiéramos la mano, que intentáramos llegar a grandes acuerdos para reconstruir la economía madrileña, para alcanzar nuevos acuerdos en materia social. Hay que intentarlo, tenemos que estar a la altura de la circunstancias", remarcaba.
A Aguado le gustaría sentarse en una mesa con Ayuso y Gabilondo "para intentar alcanzar un acuerdo, aunque fuera de mínimos", porque sin ese pacto entre las tres principales fuerzas políticas de la Comunidad va a ser muy difícil salir y establecer una estrategia a medio-largo plazo". "Los madrileños no entenderían que con más de 13.000 muertos en Madrid no nos sentáramos a hablar y ponernos de acuerdo", reiteraba.
Por otro lado, confesaba que no le gustó lo que sucedió en el cierre del Hospital de Ifema el pasado viernes. "Lamento la imagen que pudimos dar pero nos superó la ilusión, las ganas de estar codo con codo con el personal sanitario, con los bomberos, con tanta gente que ha hecho posible poner en marcha y cerrar este hospital por la bajada del número de hospitalizados", se excusaba, como también hacía este domingo la propia Ayuso.
Ayuso dice que el PSOE es lo contrario de lo que necesita Madrid
Isabel Díaz Ayuso, por su parte, rechaza por completo llegar a acuerdos con el PSOE porque ella no pacta "con el desastre". Así lo aseguraba este lunes la dirigente regional en una entrevista en Telecinco en la que consideraba que lo que la autonomía necesita es "precisamente la dirección contraria".
"Lo que necesita Madrid es bajar impuestos, crecer y fomentar la colaboración público-privada y ayudar a los autónomos y a las clases medias y bajas con más libertad y con más empleo y eso es justo la dirección contraria", explicaba.
Preguntada sobre la predisposición de Aguado de pactar con los socialistas, Ayuso mostraba su "respeto", pero recordaba que el PSOE "a la primera" ha intentado llevar a los tribunales al Gobierno regional o ha arremetido contra ellos por el acto de cierre de Ifema. "Yo, desde luego, así no, con esas campañas y ataques constantes que están haciendo" apostillaba.