La mujer detenida por presuntamente asesinar el pasado 27 de febrero a la presidenta de su comunidad de vecinos en Carabanchel -Marta C.H., de 34 años- entregó su currículum para trabajar en una residencia de ancianos del municipio toledano de Bargas dos días después del crimen y horas antes de ser arrestada, según reconoció ella misma en la declaración que realizó el pasado 4 de marzo ante el juez de guardia en Madrid.
La acusada, que se ha negado a declarar esta mañana ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid -que instruye el caso y ha ratificado su ingreso en prisión preventiva por un delito de homicidio-, siempre ha mantenido que la muerte de Pilar M. -de 68 años- fue accidental. Según su versión, quedaron para resolver "una deuda que tenía con la comunidad por una derrama y varios recibos pendientes" y ella se cayó de espaldas "sin tocarla", golpeándose fuertemente en la cabeza.
Un relato que no cuadra a los investigadores, que encontraron salpicaduras de sangre en la pared de distintas estancias del domicilio de la presunta asesina, a pesar de que había limpiado a fondo con lejía. Vivían puerta con puerta, a unos pasos de distancia, en la tercera planta del número 64 de la calle la Oca. Todo apunta a que Pilar le reclamó los recibos que debía y se enzarzaron en una discusión que acabó de la peor forma posible: la muerte violenta de Pilar.
Dejando al margen las circunstancias de la muerte, lo que es está confirmado es que Marta se intentó deshacer del cadáver de su vecina troceándolo y quemándolo en una finca de Las Ventas con Peña Aguilera (Toledo). Hasta allí lo llevó en una gran maleta, que llamó la atención del conserje del edificio que incluso le preguntó al verla si se iba de viaje. Los restos de Pilar aparecieron en una escombrera cercana.
Las cámaras de seguridad de los comercios próximos al inmueble, ubicado en el barrio de Carabanchel, captaron a la acusada cargando con la mencionada maleta horas antes de que la familia de la víctima denunciara su desaparición, ese mismo lunes. La investigación policial se centra ahora en averiguar si la detenida actuó sola o no.
La versión de la acusada
Marta asegura que Pilar se cayó "sin tocarla" y que se dio contra el mueble del lavabo en la cabeza. Se acercó, la tocó, no respiraba y se asustó. Así que entonces decidió deshacerse de su cuerpo. Por eso, introdujo el cadáver en una maleta y compró varios productos de limpieza para eliminar los restos de sangre, fundamentalmente del cuarto de baño.
Horas más tardes, se trasladó a la finca de su familia en la localidad toledana de Las Ventas con Peña Aguilera y quemó la maleta con gasolina. Como no consiguió eliminar todos los restos (quedaban algunos huesos), fue a una gasolinera a comprar más gasolina y siguió avivando el fuego. Una vez terminó, trasladó las cenizas a una escombrera.
Inició la búsqueda de trabajo
Según consta en su declaración, el martes 28 de febrero ella recibe una llamada de una mujer que le informa de que había hablado con la policía. La familia de la víctima había denunciado su desaparición y la estaba buscando. Así que Marta decide regresar a Madrid para ver cómo está la situación. Pero no estuvo mucho tiempo. Al finalizar el día, regresó al pueblo.
Su intención no era otra que la de empezar una nueva vida lejos de Madrid, y lo que había ocurrido. Ya de vuelta en Las Ventas con Peña Aguilera, inició la búsqueda de trabajo. Al día siguiente, se dirigió al municipio de Bargas -a unos 50 kilómetros de allí- para entregar su currículum en una residencia de ancianos. Estaba en paro y ya había trabajado en el sector.