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Madrid

Ayuso esquiva el fuego cruzado de la izquierda y Vox y pide tener "un gobierno sin zancadillas"

"Era la última oportunidad de todos contra Ayuso: fracaso". Así resume el equipo más estrecho de la presidenta el único gran debate electoral del 28-M

"Era la última oportunidad de todos contra Ayuso: fracaso". Así resume el equipo más estrecho de la presidenta el único gran debate electoral del 28-M

Era complicado este debate electoral organizado por Telemadrid, el único en el que coincidirán todos los candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Los tiempos para cada uno de ellos estaban tasados y Mónica García (Más Madrid), Juan Lobato (PSOE), Rocío Monasterio (Vox) y Alejandra Jacinto (Podemos) componían una mayoría absolutísima contra Isabel Díaz Ayuso (PP).

Quizá por eso, la presidenta madrileña evitó entrar al trapo de cada provocación o interpelación directa que el resto de candidatos le lanzaba cuando tenía ocasión, especialmente Mónica García y Alejandra Jacinto. Esta última llegó incluso a protagonizar su propio show: abandonó el atril y se dirigió hacia Ayuso para entregarle en mano el libro del que fuera su consejero de Políticas Sociales en la anterior legislatura, Alberto Reyero (Ciudadanos), Morirán de forma indigna.

La candidata de Podemos, que también llevaba encima la foto del hermano de la jefa del Ejecutivo regional, le acusó de dar la "orden" durante la primera ola de la pandemia de no trasladar a los mayores de las residencias de ancianos a los hospitales. Éste fue sin duda el momento más tenso del debate. "No invada mi espacio. Este libro para usted", le contestó Ayuso, quien rechazó cogerlo. "No puede haber una política más miserable", añadió después.

Su intento de enfangar el debate llevó a Jacinto a nombrar, en varias ocasiones, a Tomás Díaz Ayuso para acusarle de "cobrar mordidas" durante la pandemia, aunque sin conseguir su objetivo de provocar a la candidata del PP, que eludió el cuerpo a cuerpo para centrarse en defender su gestión los últimos cuatro años y en presentar sus promesas electorales. Muy dura fue, asimismo, la de Más Madrid, quien también sacó a relucir al hermano de la presidenta. La agresividad de ambas contrastó con el tono más sosegado y respetuoso de Juan Lobato.

Mónica García también sufrió algún que otro traspiés, como cuando se incluyó en el grupo de madrileños que viven "por debajo" de sus posibilidades. El PP capturó ese momento en su cuenta de Twitter.

Y hubo, incluso, espacio para reproches en la izquierda. Fue Jacinto la encargada de llevarlo a cabo. Recriminó a García que se no sumara a "una candidatura de unidad" para concurrir juntas a las elecciones. La candidata de Más Madrid evitó el cruce de reprimendas y se limitó a responder que solo ella tiene una posibilidad real de llegar a la Puerta del Sol y apeló a todas las fuerzas de izquierda a pactar tras el 28-M.

"La gran mentira y la falta de respeto" de Monasterio

No obstante, en el debate apenas hubo refriega política ante la dificultad que entraña confrontar ideas a cinco, con los tiempos tasados y la división por bloques temáticos, aunque sí hubo algún momento más de tensión como el protagonizado por la candidata de Vox, cuando exhibió el polémico cartel de los Menas que su partido utilizó en la campaña electoral del 4-M para pedir disculpas y decir de forma irónica que "se equivocó", a la vez que lo rompía con las manos.

"Me equivoqué porque cada Mena nos cuesta 6.400 euros", dijo Rocío Monasterio corrigiendo la cifra que recogía el anuncio electoral. De fondo se escucharon las quejas de los candidatos de la izquierda que, escandalizados, calificaron el rótulo de "repugnante" y defendieron que se trata de personas.

No fueron los únicos reproches. También se lo afeó Ayuso. "Relacionar siempre la inmigración con la delincuencia es realmente durísimo, una falta de respeto y una gran mentira. Entérese de que somos una comunidad donde no hay forasteros, no hay charnegos, en Madrid todos somos madrileños desde el primer día". Ayuso, que reconoció que la "inmigración es integración y que por supuesto hay que acabar con la delincuencia, añadió: "No es competencia de la Comunidad de Madrid, ni una cosa ni la otra". Fue de los pocos asuntos expuestos por otro candidato al que Ayuso entró a rebatir.

"Sánchez no irá a por Madrid y menos con sus socios de ETA"

Por lo demás, la candidata popular se centró en sus medidas y en lanzar sus mensajes. Uno de los más importantes tuvo que ver con recordar que su Gobierno ha sido y será el cortafuegos contra el sanchismo. "Es evidente que Pedro Sánchez es un presidente, que no se habla ni siquiera con los presidentes de su propio partido, que ha ordenado descapitalizar España; es decir, ni una sede más en Madrid ni un museo más en Madrid, que lo cerró ilegalmente para promover todavía más restricciones y más pobreza", dijo sobre la gestión de la pandemia.

"Y pretende ahora colapsar la privada y acabar con ella para colapsar la pública intentando entrar en las viviendas, indultando a delincuentes y atacando también la libertad educativa de las familias. Atacan a la Corona, a la Constitución, a la Transición, pactan con Bildu la memoria democrática. Están contra todo esto y también contra Madrid constantemente y ese es el gran problema que tenemos ahora mismo. Sánchez odia a Madrid y a una España unida y cuando dijo vamos a por todo, a por todas… Ya le digo que podrá ir a por todo, pero no a por Madrid, y menos con sus socios de ETA".

"Necesito un gobierno sin zancadillas"

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Pero si algo dejó de manifiesto este debate es el "todos contra Ayuso". Así las cosas, en el minuto final de su intervención, la presidenta pidió la confianza de los madrileños porque "no" quiere "depender de nadie". "Necesito un gobierno sin zancadillas", reconoció.

Y es que "han sido cuatro años dificilísimos para la Comunidad de Madrid con una pandemia, inundaciones, incendios, Filomena, la guerra de Ucrania, la crisis de materiales, la crisis económica… Y mi Gobierno ha estado en todo momento solo. Pero afortunadamente tenemos más votos que toda la izquierda junta".

"Con ello hemos trabajado contra todas las imposiciones y, además, lamentando esa deriva que tomó Vox y que decidió al final en diciembre caminar por otro sitio. Yo les trato con respeto, pero no puedo permitir que digan que esto es una estrategia cuando han decidido ir contra la prosperidad de Madrid. Han actuado en bloque así constantemente todo este tiempo", concluyó.

El equipo más estrecho de la presidenta lo tuvo claro después: "Era la última oportunidad de todos contra Ayuso" y ha sido un "fracaso". Jóvenes, militantes, simpatizantes y cargos del PP de Madrid la recibieron pasada la media noche en Génova por todo lo alto.

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