
Un proyecto de investigación de la Universidad Rey Juan Carlos y que ha contado con financiación Comunidad de Madrid, ha permitido hacer una radiografía de la inmigración de origen iberoamericano en la región y el resultado ofrece algunos detalles que sorprenderán a más de uno.
El estudio, al que ha tenido acceso Libertad Digital, se centra en los solicitantes de asilo en Madrid –la región de España en la que se registran más peticiones de asilo– y ha contado con dos oleadas de encuestas de unas 1.500 entrevistas cada una, las primeras realizadas entre noviembre de 2021 y mayo de 2022 y las segunda desde septiembre del año pasado hasta este mismo mes. Además, también se han usado otros medios de investigación sociológica como decenas de entrevistas personales o una treintena de grupos focales.
Con toda esta información los investigadores, encabezados por Guillermo Andrés Duque Silva, ha trazado un perfil detallado de estos inmigrantes que han pedido asilo en nuestro país, pero el tamaño y la calidad de la muestra suponen que sea representativa del conjunto de la inmigración iberoamericana que vive en Madrid.
Y en ese retrato encontramos algunas sorpresas o, cuando menos, la constatación de que ese cuerpo social cada vez más numeroso en la capital y la región quizá no es como muchos creen.
Mayoría clara de la derecha
Por ejemplo, desde el punto de vista político, pues una amplia mayoría de ellos se declaran de derechas: concretamente un 55% frente a sólo un 21% que se significan como de izquierdas.
Es más, resulta una derecha más bien desacomplejada: de ese 55% mencionado anteriormente más de la mitad se posicionan simplemente en la "derecha", un 32%, mientras que el 23% elige un más moderado "centro derecha". En el otro lado ocurre lo contrario: la mayor parte, un 12% elige el "centro izquierda" mientras que sólo el 9% se declara simplemente de "izquierda". Además, hay un grupo importante que no se define políticamente: un 24%, es decir, más que los de izquierdas.
Es importante reseñar que este posicionamiento político se refiere al contexto español, que no siempre es enteramente homologable al de sus países de origen. De hecho, estas cifras contrastan con las que encuestas de opinión pública detectan en Iberoamérica, donde más encuestados se declaran de izquierdas: un 31% por un 29% que se dice de derechas, según el Latinobarómetro de 2010.
Un dato interesante es que esta inclinación a la derecha es mayoritaria en los naturales de todos los países con una muestra significativa dentro del estudio –Venezuela, Colombia, Perú y Nicaragua– siendo algo menos contundente en Nicaragua y Colombia y, por el contrario, abrumadora en Venezuela y Perú: hasta el 63% de los inmigrantes llegados de allí se declaran de derechas. Es obvio que las situaciones políticas en sus respectivos países tienen una influencia clave, como no podría ser de otra forma.
Pocas ayudas del Estado
Según los datos de este estudio, el 50% de los solicitantes de asilo afirma que no ha recibido ninguna ayuda y entre los que las han recibido señalan que lo más habitual es que lleguen desde el ámbito privado –familiares, amigos, la Iglesia o congregaciones religiosas– o semiprivado: ONG o asociaciones similares.
Una de las ayudas más habituales que han tenido que recibir es para el alojamiento: un 14% reconoce que las ha necesitado y explica que éstas han llegado en su mayor parte de familiares y amigos, mientras que las ayudas para la alimentación se las han facilitado, sobre todo, la Iglesia y las congregaciones religiosas.
Deseando adaptarse y con estudios
Un dato curioso reflejado en el estudio es que los solicitantes de asilo latinos presentan un nivel de estudios alto: más del 60% tienen un grado, un máster o un doctorado, lo que supone una cualificación más elevada que la media de sus países de origen.
Entre las mujeres, que son un poco más de la mitad, y las personas LGTBI –un 10% del total – la media de estudios es un poco más alta que en el conjunto de la muestra.
Los investigadores han detectado también lo que denominan "un grado muy elevado de identificación" con los elementos sociales y culturales de nuestra sociedad y, de hecho, muestran una predisposición muy alta –más del 80% está interesado en ello– en participar o colaborar con alguna organización social.
El ansia por tener un empleo
Los datos del estudio revelan también que la gran preocupación de los solicitantes de asilo y de los inmigrantes en general es el empleo: un 75% de ellos no tienen trabajo y muchos de los que lo tienen lo han encontrado en la economía informal.
De hecho, la mitad de los solicitantes asegura que su situación laboral no ha mejorado desde su llegada a España y un 35% cree que ha empeorado, por un escaso 15% que dice que es mejor.
Esta preocupación por lograr empleos y la autosuficiencia económica se ve también en que el 80% de los encuestados aceptaría trasladarse desde Madrid a una zona rural si esto le supusiese conseguir un trabajo estable en el sector agrícola, algo cada vez más necesario en muchas áreas de España muy afectadas por la despoblación.
Muchos de ellos, más de la mitad según el estudio, no se instalarían solos en estas áreas rurales, sino que llevarían con ellos a su familia, lo que puede ser también una solución a algunos problemas en los pequeños núcleos de población: por ejemplo el cierre de centros educativos por falta de niños.