Canal de Isabel II ha presentado una demanda ante el Tribunal Supremo contra el nuevo Plan Hidrológico del Tajo (PHT), aprobado mediante real decreto el pasado mes de enero, dado que tal y como está diseñado "pone en riesgo el abastecimiento de agua de cerca de 7 millones de habitantes" en la región, al cambiar radicalmente las reglas con las que se ha configurado el mayor sistema de abastecimiento de España.
La propia presidenta madrileña se ha referido este lunes a esta cuestión en un encuentro informativo en el Círculo de Navarra. "La obsesión de Sánchez con Madrid no tiene límites y ahora pretende que esta región se rinda por sed". Isabel Díaz Ayuso ha explicado que el presidente del Gobierno "ha llegado a apropiarse de los recursos naturales de todos los españoles" y ha aprobado este real decreto. "Está utilizando el agua como arma política para asediar la capital de España que no se doblega ante sus atropellos".
Ayuso ha denunciado que el nuevo Plan Hidrológico "cambia radicalmente las reglas y boicotea el sistema de abastecimiento del agua de Madrid, que es el mayor de España y uno de los mejores del mundo. Nos pone impedimentos a los trasvases necesarios para que llegue el agua a las casas de los madrileños, nos impide cumplir los requisitos de depuración y nos obstaculiza la planificación. Pretende que el agua de los madrileños dependa de unos permisos que ellos mismos autorizarían o denegarían mes a mes, arruinando cualquier capacidad de planificación".
Así y ante el "rechazo" por parte del Gobierno de "la inmensa mayoría de las alegaciones del Canal de Isabel II", desde la Comunidad de Madrid han interpuesto esta denuncia en el Alto Tribunal. Y es que este nuevo "ataque" de Sánchez a la región es el "más mezquino e inhumano de todos los que hemos sufrido, que no han sido pocos".
"Nos quiere dejar sin trenes, sin aviones de corta distancia, sin museos, sin instituciones, nos quiere discriminar con la financiación. Pero no hay nada peor que pretender racionar el agua a casi siete millones de personas. Cuando piensas que Sánchez ya ha dado lo peor de sí mismo siempre nos sorprende con una nueva", ha añadido la jefa del Ejecutivo madrileño.
Ayuso ha advertido de que "no nos vamos a rendir, no se van a salir con la suya por mucho que nos asedien porque Madrid es una región brava, valiente y luchadora forjada en el esfuerzo y el trabajo y que no se doblega ante los abusos, vengan de donde vengan. Y Madrid está dispuesta a defender su prosperidad y su libertad, la de España entera como lo ha hecho siempre a lo largo de la historia".
Las alegaciones del Canal de Isabel II
En concreto, el Canal pide a la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo del Supremo (sección 5ª) la nulidad de varios apartados del texto relacionados los caudales ecológicos, la realización de movilizaciones de agua entre embalses de diferentes sistemas de explotación de la Demarcación, así como con lo relativo a vertidos de aguas residuales depuradas.
Entiende el Canal que desde la Confederación se ponen trabas para hacer los trasvases necesarios con el fin de que llegue el agua a las casas de los madrileños, que se imposibilita el cumplimiento de los requisitos de depuración porque no se tiene en cuenta la singularidad de Madrid y que, además, provoca inseguridad jurídica en la planificación hídrica y gestión del agua.
Este paso se da después de que el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, responsable de la tramitación del plan, haya rechazado la inmensa mayoría de las alegaciones presentadas por Canal.
El "sistema Alberche"
Según datos del propio Plan Hidrológico del Tajo, en la Comunidad se concentra alrededor del 83% de la población de la Demarcación del Tajo. Los ríos madrileños tienen una fuerte irregularidad, tanto temporal como territorial: no llueve lo mismo en todas las épocas del año, ni todos los años, ni en todos los embalses.
Por ello, para garantizar la disponibilidad de agua siempre (para más de 6,5 millones de personas en 8.000 kilómetros cuadrados) en los 13 embalses de Canal, se unen captaciones y trasvases desde las cuencas del Alberche, Sorbe y Tajo. Canal necesita de todas las concesiones y posibilidades para poder garantizar el suministro de la región, sin que esto signifique que se vaya a usar todas ellas a la vez.
Uno de los principales problemas con el que se encuentra Canal, y así queda recogido en la demanda, tiene que ver con el conocido como sistema Alberche: a través de un trasvase con el mismo, la empresa pública puede aportar a su sistema hasta 220 hectómetros cúbicos anuales de agua, lo que supone casi un 40% de la demanda anual en la región. Sin embargo, el nuevo Plan Hidrológico del Tajo establece una autorización previa para realizar este trasvase sometida a unos requisitos y condiciones que la propia norma no aclara.
Es decir, dependerá de criterios arbitrarios si Madrid puede o no recibir un volumen de agua equivalente al consumo anual de casi 3 millones de madrileños. Según la nueva norma, estos trasvases se autorizarían o denegarían mes a mes, impidiendo una planificación del abastecimiento a corto, medio y largo plazo que resulta imprescindible para un sistema tan complejo como el madrileño.
El Plan obvia la configuración supramunicipal compartida del sistema de abastecimiento de Madrid y sus características singulares y la falta de seguridad en el suministro de agua pone en peligro el desarrollo de la Comunidad de Madrid.
Caudales ecológicos
Otro punto controvertido del plan es la indefinición de los caudales ecológicos, que deberían establecerse acordes al régimen de los ríos y la situación hidrológica, garantizando, además, el abastecimiento a la población de Madrid y la conservación de la fauna y flora de los embalses.
Los planes hidrológicos marcan unos caudales mínimos que han de desaguarse permanentemente para conservar los ecosistemas en los cauces, manteniendo así la flora y fauna que depende del río para sobrevivir. En España en general, y en la Comunidad de Madrid, en particular, muchos ríos tienen un carácter estacional: en verano el agua prácticamente deja de circular por ellos hasta la llegada de las lluvias otoñales.
El PHT exige unos desembalses obligatorios permanentes de caudales ecológicos, modulados por trimestres, que según la normativa solamente pueden reducirse si se demuestra que no hay alternativa razonable de suministro, concepto que para el Canal es totalmente indeterminado y complicado de demostrar en el escenario de indefinición que dibuja el propio plan sobre concesiones como la del Alberche.
Además, ante escenarios de sequías, el Plan tampoco deja claro cómo se debe aplicar la supremacía del abastecimiento establecida en la norma. Así pues, establecer caudales no adaptados a la situación hidrológica puede derivar, en casos de embalses pequeños, en afectación a la flora y fauna del propio embalse y calidad de agua deficiente, con la falta de la misma que esto puede conllevar.
Depuración: cambio drástico que hace peligrar las inversiones
El tercer punto que denuncia Canal tiene que ver con el extraordinario cambio en los objetivos ambientales de las masas de agua, ya que el plan ignora las características singulares de Madrid en cuanto a la calidad del agua de sus ríos, y cambia las reglas del juego establecidas en el plan anterior, aprobado en 2016.
Canal gestiona 155 depuradoras en la Comunidad de Madrid (8 de ellas titularidad del Ayuntamiento de Madrid). Estas infraestructuras, responsables de limpiar el agua residual para verterla a los ríos en condiciones adecuadas, son instalaciones muy complejas que con el tiempo se han ido adaptando a los objetivos medioambientales de calidad de vertido que marca la normativa.
De acuerdo con los últimos criterios, cuatro grandes infraestructuras de Madrid están inmersas en importantes obras para adaptarse en tiempo y forma a los criterios que marca la normativa: casi 55 millones de euros invertidos en obras y actuaciones que no serían suficientes para los nuevos requisitos.
Madrid también es singular en su sistema de depuración y saneamiento ya que pese a contar con grandes aglomeraciones urbanas no le corresponden grandes ríos receptores. En previsión de este tipo de situaciones, la legislación ambiental europea permite adaptar los requisitos a las singularidades de ciertas masas de agua y hacer un seguimiento de si medidas, como las inversiones que Canal está ejecutando en sus depuradoras, son efectivas.
El nuevo Plan elimina esta opción, y pone así los mismos requisitos ambientales a los cauces receptores de la Comunidad de Madrid que a cualquier otro de la cuenca: ningún otro plan ha eliminado estas opciones legales, respetuosas con el medio ambiente y, además, coherentes con la naturaleza de la Comunidad de Madrid, que tiene la mayor de las conurbaciones urbanas de España.
Además, los requisitos se imponen solo contra las depuradoras, ignorando así que, según la misma confederación, hasta el 42% del nitrógeno presente en algunos cauces proviene de la actividad agrícola y, por tanto, no de un punto concreto de vertido.
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