
La caótica situación de las salas de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas, sobrepobladas en las últimas semanas por ciudadanos extranjeros que han realizado solicitudes de asilo, según están denunciando desde los sindicatos policiales, ha obligado a mover ficha al Ministerio del Interior. Especialmente tras la polémica generada por doble fuga que tuvo lugar el pasado fin de semana, en días consecutivos, por una treintena de marroquíes.
El departamento de Fernando Grande Marlaska ha decidido este miércoles enviar a unas 40-50 personas de las casi 400 que colapsan las salas de asilo del aeródromo madrileño hasta el CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Aluche, en el distrito madrileño de Carabanchel, un centro que estaba cerrado por obras de remodelación y que en estos momentos no tiene ni el personal laboral ni policial suficiente para operar con normalidad.
Una decisión que podría tener un complicado encaje legal. La misión de los CIE, según marca la Unión Europea, es retener a los inmigrantes ilegales que tienen una orden de expulsión para tenerlos controlados hasta que se ejecuta la misma. De hecho, si pasados los 60 días desde que el inmigrante ha entrado en el CIE no se ha materializado la expulsión del país, el mismo queda en libertad. Pero ninguna de las personas que está en Barajas está en esa situación.
El sindicato Justicia Policial (JUPOL), uno de los mayoritarios en la Policía Nacional, ha criticado la decisión adoptado por el Ministerio del Interior, que ha calificado de "improvisada". "Se ha llevado a cabo de manera precipitada, sin haber realizado una evaluación de riesgos laborales tras las obras y sin llevar a cabo simulacros de emergencias que garanticen la seguridad tanto de los internos del centro como de los agentes que presta servicio en el mismo", denuncian.
"Actualmente este Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche no cuenta con el personal policial suficiente para asumir con garantías la llegada de internos", mantienen desde el sindicato policial, que ha cifrado la falta de personal en un 30 por ciento de los funcionarios actuales.
JUPOL considera asimismo que se debe seguir trabajando en dar una solución a las salas de asilo del aeropuerto de Madrid-Barajas, que "están completamente desbordadas, llegando en ciertos momentos a estar al triple de su capacidad y con una falta importante de agentes de la Policía que puedan realizar las custodias de las personas que se encuentran en las salas de inadmitidos de manera eficiente".
Por ello, solicitan a AENA que "ceda de manera urgente instalaciones que cuenten con las medidas de ventilación e higiénico-sanitarias óptimas" y al Ministerio del Interior "las mejoras necesarias en las instalaciones policiales del Aeropuerto de Barajas". "Mejoras que vayan encaminadas a mejorar la seguridad tanto de los usuarios del aeropuerto, como de los propios agentes que prestan servicio en el mismo", mantienen desde el sindicato.
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