
El FBI ha detenido en Miami a David Knezevich, el marido de la estadounidense de origen colombiano Ana María Henao. La mujer, de 40 años, desapareció en extrañas circunstancias el pasado 2 de febrero en Madrid. Los indicios apuntaban a que alguien se la había llevado del piso que tenía alquilado en el barrio de Salamanca y había intentado simular su marcha voluntaria enviando con su móvil unos mensajes de texto que desde el principio resultaron sospechosos.
Knezevich -serbio, con nacionalidad estadounidense- está acusado de secuestro, según los cargos provisionales que le han sido comunicados en una audiencia rápida celebrada este lunes. El varón siempre estuvo en el punto de mira de los investigadores. La pareja estaba inmersa en un proceso de divorcio complicado. Ana María inició los trámites a su llegada a España, donde pretendía empezar una nueva vida, y le había comentado a sus amigas que "tenía miedo de la reacción de su marido".
Él no aceptaba la separación y tampoco parecía dispuesto a repartir el patrimonio que la pareja había acumulado durante los 13 años de matrimonio (valorado en alrededor de 15 millones de euros). Ana María solía comentar que con su parte podría mantenerse sin problemas el resto de su vida. Pero, en cuanto ella desaparece, el que fuera su marido vendió buena parte de sus bienes.
Esto también puso el foco de la investigación sobre él. Sus movimientos resultaban sospechosos. No cogía el teléfono a los familiares de Ana María ni se interesaba por los avances de la investigación, contrató a un abogado penalista de Miami que rápidamente salió en televisión para decir "que su cliente está colaborando con el FBI y con la policía española", rechazó someterse al polígrafo y se fue a vivir a Serbia.
Knezevich fue detenido el pasado 4 de mayo, en cuanto puso un pie en suelo estadounidense. Su vuelo, procedente de Belgrado (Serbia), aterrizó en un aeropuerto al norte de Miami. Se cree que viajó a la ciudad para intentar resolver cuentas pendientes y sacar dinero del país. Un tribunal de Florida había paralizado la venta de algunos de los bienes de la pareja gracias a la intervención de la familia de Ana María y la Asociación SOS Desaparecidos.
Una desaparición inquietante
Ana María Knezevich Henao desapareció el viernes 2 de febrero en Madrid. Llegó a España en diciembre con la intención de establecerse durante una larga temporada. De hecho, en ese momento estaba buscando piso debido a que el contrato de alquiler del inmueble del barrio Salamanca en el que vivía se acababa en marzo. También había manifestado a su entorno que quería poner en marcha un negocio.
La mujer conocía nuestro país, done había viajado en múltiples ocasiones, y le gustaba Madrid, porque una de sus amigas de la infancia vive en la capital. Tenía previsto realizar un viaje el 5 de febrero a Barcelona con ella para acudir a un evento, una conferencia de la popular psiquiatra Marian Rojas en la que tenía mucho interés. Ella compró los billetes de AVE para ambas. Obviamente, no se presentó en la estación para coger el tren.
Fue vista por última vez el viernes 2 de febrero. A media mañana fue a ver un piso y estuvo en contacto con varias amigas a lo largo del día. Ya por la noche, le dijo a una persona de su círculo que estaba en casa y no pensaba salir. Una vecina aseguró que a la 01.00 de la madrugada había luz en su habitación. Pero ya el sábado nadie logra hablar con ella, después de que mandara unos extraños mensajes que sus familiares creen que no escribió.
Fueron dos. El primero sobre las 13.00 horas y el segundo a las 16.00 horas. Uno en inglés y el otro en castellano. Pero decían lo mismo. En ambos indicaba "ahora salimos", a pesar de las tres horas de diferencia. Pero es que además incluyen signos y expresiones que ella no utilizaba. Entre otras la palabra "chévere", que -asegura su familia- no formaba parte de su vocabulario.
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