La presidenta de la Comunidad de Madrid entró de lleno en la polémica sobre la jornada escolar en Primaria y anunció que todos los nuevos colegios públicos de Educación Infantil y Primaria que se construyan en la región deberán tener jornada partida de manera obligatoria, algo que ha soliviantado ya a los sindicatos, como CSIF, que criticó el hecho de que el Gobierno regional se proponga cambiar el statu quo de los profesores y sus condiciones laborales sin contar con ellos. Además, dichos centros también impartirán 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Esta medida, que se pondrá en marcha a partir del curso 2025/26, forma parte de una serie de iniciativas orientadas a extender la jornada escolar con horario de mañana y tarde en estas etapas formativas. De hecho, la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades va a dictar las instrucciones necesarias para que los colegios públicos que actualmente tienen jornada partida no puedan cambiar a horario intensivo desde el próximo curso 2025/26.
Así lo anunció este jueves Isabel Díaz Ayuso durante el Debate sobre el estado de la región donde aseguró que estas medidas se toman para "proteger" a los menores porque "estar en el colegio es vivir la infancia en plenitud". La presidenta explicó que esta apuesta del Ejecutivo autonómico por la jornada partida –frente a la continua- tiene como objetivo combatir el abandono escolar, mejorar el rendimiento de los alumnos, su descanso o sus hábitos de alimentación, así como luchar contra la soledad, las adicciones o la posible influencia de las bandas juveniles.
Desde la consejería de Educación exponen que esta actuación, que también se quiere extender a los alumnos más pequeños de la etapa de Secundaria, "pretende además facilitar la conciliación de la vida familiar y laboral y garantizar a los padres que sus hijos están atendidos en su entorno escolar".
Los nuevos centros que se construyan se convertirán en colegios públicos de Infantil, Primaria y 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (Ceipso) y se unirán a la decena de centros de la región que ya ofrecen estas mismas etapas y cursos, con cuyas comunidades educativas se trabajará para que adopten también la jornada partida.
Por su parte, la treintena de Ceipso que imparten los cuatro cursos de la etapa completa de Secundaria y ya tengan jornada intensiva ofrecerá nuevas actividades con el objetivo de que que los alumnos con mayores dificultades para encontrar alternativas en el horario de tarde puedan pasar más horas en su colegio.
Este debate de la jornada escolar se abrió por la dificultad de conciliación de las familias y en él organismos internacionales, como la OCDE, solicitaron ya el pasado curso al Gobierno central que revirtiera la jornada continua en sus centros. Ahora la Comunidad de Madrid recoge el guante con esta medida que pone en pie de guerra a los sindicatos.
"La defensa de la libertad individual por parte del Gobierno de Ayuso parece que termina donde empiezan los derechos de los funcionarios docentes y su contrastado éxito en las evaluaciones PISA. Ante un buen desempeño generalizado de estos, simplemente continúan poniendo zancadillas", señala CSIF en una nota, a la vez que anuncia una respuesta "contundente" y "consensuada" en el seno de la Mesa Sectorial a esta "agresión sin precedentes".
El sindicato tampoco está de acuerdo con extender hasta 2º de ESO la etapa a impartir en estos colegios de Infantil y Primaria pues "supondría una cantidad ingente de desplazados de los institutos públicos", denuncian.
También CCOO o ANPE Madrid han rechazado la medida. No así la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos, que ha recibido de manera satisfactoria la noticia puesto que, a su juicio, favorece la conciliación familiar y laboral, la calidad educativa" y da prioridad "al interés superior del menor".