La Comunidad de Madrid y el Gobierno han firmado un convenio para la financiación de las universidades y la ministra Diana Morant obligó a que esta firma se hiciese en un acto público para poderse dar un baño de propaganda.
Sin embargo, el contundente discurso del consejero de Educación de Madrid ha hecho que el resultado haya sido muy diferente: en sólo cuatro minutos Emilio Viciana desmontó las presuntas bondades del acuerdo y dejó claro que se ha tratado de "una cacicada" del Ejecutivo y "un chantaje" que en realidad hipoteca a la administración autonómica "por valor de unos 2.000 millones de euros durante los próximos 35 años".
Viciana ha empezado por recordar que él mismo es funcionario de carrera, que estudió en la Universidad Complutense y que "apoyar y ponernos del lado de las universidades madrileñas es lo único que justifica que hayamos firmado este convenio".
"No es un convenio, es una imposición, una cacicada, un chantaje, es un ‘Pedro Sánchez invita y las comunidades autónomas pagan’", ha resumido en presencia de una, es de suponer, atónita ministra Morán.
"A pesar de la aportación económica –ha seguido– envenena a las universidades públicas, vulnerando la autonomía universitaria e imponiendo una única figura de profesor", ha explicado, señalando que "se quiere acabar con la figura del profesor asociado que es la que permite que los profesionales lleven su experiencia a las aulas universitarias", por lo que en su opinión "el Gobierno de Sánchez quiere volar los puentes entre la universidad y la empresa, entre la universidad y el mundo real, quiere aislar a la universidad cada vez más en la ideología y la dependencia de los poderes públicos".
Emilio Viciana también ha explicado que el problema de falta de profesores ha sido creado "artificialmente" por la ley de universidades del Gobierno y ahora el Ministerio ofrece un "convenio-trampa" que "no tiene en cuenta las necesidades docentes de cada universidad" y está pensado para librarse de un tipo de profesores.
Además, el consejero explica que la Comunidad de Madrid ha presentado una redacción alternativa "para que el convenio no fuera un panfleto político" pero "la respuesta del Ministerio ha sido que ni se plantean cambiar una coma. La imposición, el trágala, una cacicada, otra más con el dinero de todos", ha dicho delante de la ministra Morant, del secretario de Estado del Ministerio de Educación, del delegado del Gobierno y de los rectores de la Universidad.