
La actual secretaria de Organización del PSOE de Madrid acudió al Tribunal Supremo a prestar declaración en calidad de testigo, y por tanto con obligación de decir verdad, en la causa abierta contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos.
Pilar Sánchez Acera llegó puntual a su cita de las 10.00 y ante el juez instructor Ángel Hurtado aseguró que no recuerda quién le filtró el correo filtrado con los datos confidenciales del novio de la presidenta madrileña, pero que, en todo caso, es probable que lo obtuviera de los medios de comunicación. Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital afirman que, durante su comparecencia, la que fuera jefa de Gabinete de Óscar López, entonces jefe de Gabinete de Presidencia del Gobierno, ha afirmado también que sólo reenvió dicho correo al entonces líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato.
"Según la dirigente socialista, no recibió órdenes de Moncloa para hacer llegar el correo a Lobato y ha explicado que su actuación se enmarcó dentro de las funciones que tenía como secretaria de Política Institucional del PSOE madrileño", añaden.
Su declaración en sede judicial ha sorprendido, y mucho, al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que no se cree a la dirigente socialista. "Lo que ha dicho Pilar Sánchez Acera es sorprendente: sería la primera vez que son los periodistas los que informan al político y no el político al periodista", ha manifestado en rueda de prensa el consejero y portavoz Miguel Ángel García, que ha insistido varias veces en ello. "A mí me sorprende que la jefa de Gabinete del jefe de Gabinete diga que recibió información de un periodista. Es sorprendente, sería la primera vez que un periodista, que no puede tener acceso a datos privados, informe a un político".
En este punto, el consejero madrileño se ha preguntado "cómo puede ser que un periodista o un medio de comunicación pueda tener acceso a una información o a un documento que solo las partes pueden conocer, es decir que solo la Administración y sólo el interesado pueden llegar a tener". Así, ha concluido, que "si el interesado no lo ha filtrado pues solo hay una parte que ha podido contar, que ha podido filtrar esa información".
Para el Ejecutivo madrileño, "la conexión Fiscalía-Moncloa está teniendo unos días complicados", después también de que Google y WhastsApp hayan contestado a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que conservarán los datos que poseen del fiscal general. "Algunos esta noche en el Palacio de la Moncloa han dormido un poco regular", ha aventurado García.
La mano derecha de Óscar López ha declarado también que no conserva los mensajes de aquellos días porque un técnico del Ministerio de Transición Digital se los borró. Ha añadido que más recientemente, cuando a raíz del caso se divulgó cuál era su teléfono, también cambió de número, si bien conserva la tarjeta del anterior, según informa El Mundo.
"Si es así, te lo digo. Si no la tienes en la retaguardia"
El 14 de marzo de 2024 Sánchez Acera se dirigió por WhatsApp a Juan Lobato para instarle a hacer público, durante la sesión de control en la Asamblea que iba a tener lugar ese día, el email enviado por el abogado de Alberto González Amador al fiscal Julián Salto. "¿La carta cómo la tenemos? ¿Se ha publicado en algún sitio?", le preguntó el socialista que es también técnico de Hacienda. La entonces jefa de Gabinete de Óscar López se limitó a contestar con un enigmático "porque llega, la tienen los medios". "Vamos a verlo", le añadía a continuación, "para que estés más respaldado". "Si es así, te lo digo. Si no la tienes en la retaguardia". Lobato le replicó: "Sí, porfa. Es buena para explicar en rueda de prensa con la propia carta. Pero la necesito diciendo de dónde la saco. Porque si no parece que me la ha dado la Fiscalía". Esta conversación se produce 37 minutos antes de que el email fuera reproducido por El Plural que entonces dirigía Angélica Rubio, hoy consejera de RTVE.
Pero ellos no eran los únicos que conocían el documento antes de que acabase en los medios, pues "existían otros estamentos de la Administración Estatal y/o del PSOE que sabían igualmente de la existencia de ese email y pretendían que Lobato lo hiciera público", según sostuvo la UCO tras analizar el móvil de Lobato. Entre ellos, dos personas cercanas a Pedro Sánchez: el entonces secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, y Ion Antolín, por aquellas fechas jefe de prensa del PSOE. También Laura Sánchez, directora de comunicación de la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez.
Lobato formuló a Vallés, también por WhatsApp y de manera instantánea, la misma pregunta que a Sánchez Acera - "¿La carta cómo la tenemos? ¿Se ha publicado en algún sitio?"- por lo que la Guardia Civil da por hecho que el entonces secretario de Estado de Comunicación "tenía constancia de la existencia de ese email antes de su publicación en medios".
El entonces líder de los socialista madrileños no estaba tranquilo y acudió al grupo de WhatsApp que compartía con el director del gabinete del grupo parlamentario, David del Campo, y la diputada Marta Bernardo para comentarles lo que estaba ocurriendo. "Y Pilar quiere que yo saque el mail de la Fiscalía. Que no ha salido, pero que lo saque yo. No puede ser", les dijo. Del Campo le contestó tajante: "No lo hagas". Y añadió otro mensaje: "Secretario de Estado de Comunicación. Dircom del PSOE. Dircom de la ministra de Vivienda. Estos tres también me han escrito con lo mismo". De esta manera la UCO concluye que el conocimiento sobre ese email iba mucho más allá de Sánchez Acera y de Lobato. Finalmente, y una vez fue publicado en prensa, Lobato mostró el email en la Asamblea, aunque no usó el ejemplar que le había dado la socialista, sino el publicado por El Plural. La diferencia, que el primero estaba íntegro, con los datos del emisor y receptor a la vista, y el que mostró Lobato los tenía tachados.
"Con salida de la Fiscalía General del Estado y destino Presidencia del Gobierno" circuló el correo con los datos reservados del novio de la presidenta madrileña; "y de ahí al medio de comunicación El Plural.com", sostuvo el juez Hurtado en un auto tras las diligencias practicadas. "Llegado a Presidencia del Gobierno se puso a disposición del testigo Juan Lobato Gandarias, portavoz del Grupo Socialista de la Asamblea de Madrid, al objeto de que hiciera uso de él, con una clara finalidad política (…)". "Ante estas circunstancias, desde Presidencia del Gobierno se hacen gestiones para la publicación en el medio ElPlural.com del correo de 2 de febrero de 2024 entre el abogado de Alberto González Amador y el fiscal, donde aparece, pero con los datos personales tapados, que es el que muestra en la Asamblea Juan Lobato, y que no lo estaban en el correo que con anterioridad había recibido él de Presidencia", añadió el magistrado.
Junto a Sánchez Acera este miércoles estaba citado el exsecretario de Estado de Comunicación, quien también ha alegado que ha cambiado de teléfono y ha asegurado que nunca tuvo el correo a su disposición y que lo único que compartió con Lobato y otros dirigentes socialistas ese 14 de marzo fueron informaciones de los medios de comunicación relacionadas con el asunto. Vallés ha negado, asimismo, y en contra de lo que apunta la Guardia Civil, que hubiera desempeñado "un rol superior de coordinación" respecto a cómo se manejaba esa información confidencial del novio de la presidenta.
Ambos, al estar llamados a declarar en calidad de testigos, tenían obligación de decir la verdad. En caso de no hacerlo podrían incurrir en un delito de falso testimonio tipificado en el artículo 458.1 del Código Penal, castigado con penas de prisión de 6 meses a 2 años y multa de 3 a 6 meses.