
El Gobierno ha salido en tromba a defender a su Fiscal General del Estado (FGE), Álvaro García Ortiz, sin importar el color político de cada uno de sus dirigentes después de que este haya sido procesado por un supuesto delito de revelación de secretos que afectaría a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El Ejecutivo desliza acusaciones de prevaricación al juez del Tribunal Supremo que investiga el caso y aprovecha para arremeter contra la líder de los populares madrileños asegurando que el procesamiento de García Ortiz es simplemente una distracción para que la población no se fije en "la corrupción del entorno de Ayuso".
De hecho, la titular de Sanidad, Mónica García, ha utilizado unas palabras similares a las que ha vertido el ministro de Transformación Digital, el socialista Óscar López, para defender al FGE, al que las asociaciones de jueces han pedido que dimita para preservar la integridad de la institución a la que representa. Aún así, la líder de Más Madrid ha llegado más lejos al acusar a Ayuso de "hacerse la víctima" tras su plantón a García en la Conferencia de Presidentes Autonómicos porque, según explicó la dirigente popular, el partido de García la llama "asesina" y prefería no caer en la "hipocresía" de darle dos besos.
Así, tras la denuncia pública de Ayuso que reflejaba los constantes ataques de García y Más Madrid a la líder del PP madrileño por la gestión sanitaria de la pandemia y los fallecimientos en las residencias de ancianos, García ha acusado a la presidenta madrileña de estar victimizándose por un "sentimiento de culpabilidad" que, según ella, tendría por los protocolos de actuación en la Comunidad de Madrid en las residencias de mayores.
"No fue normal que no me saludara, mi actitud no ha cambiado, su actitud sí que ha cambiado porque está más nerviosa y se siente acorralada", ha aseverado la titular de Sanidad, que, según ha dicho, "nunca jamás" la ha llamado asesina y a su juicio "está en la cabeza" de Ayuso; también ha asegurado que tiene la hemeroteca a su favor.
La acusaron de "firmar sentencias de muerte"
Cabe recordar que el grupo parlamentario del partido que lidera Mónica García, aseguró en la Asamblea que Ayuso había orquestado "un plan macabro que condenaría a morir a 7.291 personas mayores" firmando "sentencias de muerte" a los ancianos en las residencias durante el pleno del pasado jueves; unas acusaciones que se parecen bastante a llamar asesino a una persona.
Sin embargo, García ha incidido en que es "el sentimiento de culpabilidad" de Ayuso y no los constantes ataques de su formación y la izquierda en general a la presidenta madrileña lo que hizo que esta le negase el saludo el pasado viernes ya que su actitud "no ha cambiado", sino que ha sido Ayuso la que ha cambiado sus formas. "¿Ahora la señora Ayuso es la víctima de todo esto? Hombre, no. Las víctimas son los 7.291 y sus familias, a las que ha llevado cinco años insultando y cinco años desprestigiando", ha sentenciado en una entrevista en Telecinco.