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Mini Roadster, el último capricho

Este Mini te ganará por la vista, por buscar la pureza en su arquitectura, por su capota de lona y por la multitud de accesorios que incluye.

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Biplaza, con diseño de tres volúmenes, parabrisas muy inclinado y arcos de seguridad, el Roadster es el último capricho de los fabricantes bávaros bajo bandera británica, un coche que llama mucho la atención a todo el que lo ve.

El Mini Roadster es el sexto modelo del fabricante británico y el primer descapotable biplaza de la marca. Ofrece dos diferencias importantes con el Mini Cabrio: su inclinación del parabrisas es de 13 grados más que su modelo hermano; y sus dimensiones exteriores, de 3.734 milímetros de largo y 1.683 milímetros de ancho, que le permiten ofrecer dos amplias plazas para personas de hasta 1,95 metros de estatura. Además está, cómo no, su aspecto mucho más deportivo.

Distinción y diversión

El Roadster es una gran opción para todos aquellos que busquen distinción y diversión. Su alto grado de personalización, el hecho que es un Mini y lo agradable que es circular por ciudad o carretera con la capota bajada son detalles que agradarán a los amantes de los descapotables reducidos. Este Roadster purista lleva capota de tela siempre en color negro y de accionamiento manual.

Como bondades de este vehículo se cuenta el maletero con un volumen de 240 litros, sin importar si la capota está abierta o cerrada, el paso entre el habitáculo y el maletero para transportar cargas largas y sus motores de cuatro cilindros de última generación, que son las motorizaciones de gasolina y diesel más potentes de la marca.

Así, el MINI John Cooper Works Roadster tiene un motor con 211 CV; el MINI Cooper S de 184 CV; el Cooper de 122 CV; y el diesel Cooper SD Roadster de 143 impactantes CV.

El consumo es bastante equilibrado para el tipo de propulsor, gracias al Start & Stop y, sobre todo, si se hace caso al indicador de marcha adecuada. Si queremos sacarle genio a las seis marchas del Mini deberemos andar a altas revoluciones y el esfuerzo no valdrá demasiado la pena para el aumento del consumo que conlleva.

Sin capota

Al ser un coche diseñado para circular con la capota desplegada, en este modo de conducción serán más apreciables los sonidos del motor y escape, de bonita sonoridad.

La suspensión es algo durilla, por lo que está claro que te equivocarás si haces de éste tu coche para viajes largos. Sí es perfecto, sin embargo, para divertirte en un recorrido sinuoso. El reparto del peso del vehículo, la rigidez torsional de la carrocería provista de refuerzos específicos y el bajo centro de gravedad lo hacen de lo más deportivo de conducir. El equilibrio aerodinámico del Mini Roadster se mejora mediante un alerón posterior que se extiende automáticamente a partir de 80 km/h de velocidad.

Los precios del MINI Roadster van desde los 23.700 euros del Cooper hasta los 35.265 del John Cooper Works; pasando por los 28.750 de Cooper S y Cooper SD.

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