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Pocos y radicalizados

La protesta frente al Congreso ha tenido muy poco eco.

Poca afluencia
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Poca afluencia

Un viandante mira la manifestación apoyado sobre una señal de tráfico. La afluencia ha sido mínima.  

Guerra de clases
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Guerra de clases

Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases, una consigna típica de la extrema izquierda.  

Gritos
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Gritos

El centenar de "indignados" congregado frente al Congreso gritan consignas.

Dormidos
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Dormidos

Algunos han estado durmiendo hasta bien entradas las 10 de la mañana.  

Game Over
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Game Over

El Movimiento 15-M ha ido perdiendo adeptos a toda velocidad. La mañana del miércoles eran ya muy pocos.  

Manos
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Manos

Las manos levantadas, un clásico de la indignación.  

Botín
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Botín

El presidente del Banco de Santander no ha faltado a la cita.  

Cartoland
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Cartoland

Allá donde hay indignados empiezan a aparecer cartones.  

Colchones
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Colchones

Junto a los cartones los colchones son parte inevitable de la impedimenta indignada. Tras una noche de acampada este era el aspecto de una de las puertas del Palace.  

Odio
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Odio

Algunos gritan con verdadero odio, ya sea a la policía, a la prensa o simplemente al que pasa por allí.  

Autoafirmación
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Autoafirmación

Los "indignados" empiezan a asumir el sobrenombre con el que mucha gente les conoce: perroflautas.  

100 personas
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100 personas

Había, como anoche, muchos más policías que manifestantes.  

Democracia económica
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Democracia económica

Políticos trabajando
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Políticos trabajando

Así es como ven los indignados a los políticos.  

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