La Puerta del Sol se ha convertido en apenas tres días en lo más parecido a un poblado chabolista. Un revoltijo de tiendas de campaña, colchones, mantas y lonas atadas a las farolas que hacen las veces de zonas comunes.
Un sofá por aquí, unos palés de obra por allí, cualquier cosa sirve para sentarse en la #acampadasol y charlar un rato. Todo en el mismo corazón de Madrid. | LD/FDV