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Las últimas palabras de Strauss-Kahn en libertad: "¡Bonito culo!"

En estos momentos comparece ante el juez, que tendrá que decidir si le deja en libertad bajo fianza.

Eso fue lo que le espetó a una azafata ya instalado en su asiento en clase business, según Le Point. El comentario lo escuchó la tripulación, que no se enteró de lo que ocurría. Según cuenta la publicación francesa, DSK les había avisado de que estaba esperando que le trajesen su teléfono móvil, que había olvidado en la habitación donde sucedieron los graves hechos de los que le acusa la camarera del Hotel Sofitel. El propio piloto del avión había advertido a Strauss-Kahn que no retrasaría el despegue si el móvil no llegaba en los siguientes minutos.

Así que a nadie extrañó que dos hombres vestidos de civil y con un identificativo de la New York Port Authority se presentasen en la puerta del avión pidiendo hablar con DSK. Cuenta la publicación gala que el propio Strauss-Kahn les siguió sin temor ni reticencias. Parecían querer decirle algo confidencial o, tal vez, devolverle su móvil.

Fue el propio Strauss-Kahn quien dio la pista clave de su detención al llamar al hotel para preguntar si se había dejado en la habitación su móvil y pedir que alguien se lo acercara al aeropuerto. Cuentan que minutos antes del despegue los teléfonos dejaron de funcionar, lo que podría indicar que que las comunicaciones con el vuelo habían sido bloqueadas porque la policía no quería correr el riesgo de que alguien avisase a DSK de que estaba a punto de ser detenido. Como dijo el fiscal este lunes, quieren evitar otro 'caso Polanski'.

"Está optimista y con buena salud"

En estos momentos, el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) "va bien, está optimista y con buena salud", según dijo a la emisora francesa RTL uno de sus abogados, poco antes de que comenzase la segunda vista en la que pedirá su puesta en libertad bajo fianza.

Desde Nueva York, el letrado Wiliam Taylor reiteró a la emisora que el ex ministro francés y candidato favorito a la presidencia francesa hasta su detención acusado de varios graves delitos sexuales, "es inocente".

El político, economista y abogado francés está acusado de abuso sexual, intento de violación y secuestro, por lo que podría ser condenado en Estados Unidos a más de 70 años de prisión. En esta nueva audiencia aspira a quedar en libertad bajo fianza, arresto domiciliario y estrictas medidas de seguridad, entre ellas el porte de un brazalete electrónico.

Una primera demanda de libertad bajo fianza fue rechazada el pasado lunes por una jueza neoyorquina, lo que le llevó a pasar su primera noche en la prisión de Rikers Island.

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