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La prensa mundial, pendiente de las broncas de los antipapas españoles

La prensa internacional demuestra un desmesurado interés en comprender a los "luchadores" antipapas, y poco por la visita del Papa a nuestro país. 

El Papa no es noticia. Al menos, no lo es de primer orden en la prensa mundial, aunque haya llegado a atraer un millón y medio de peregrinos de todo el mundo. Lo noticioso son los antipapas y anticatólicos; sus motivaciones para "luchar" contra el "costosísimo gasto" que supone la visita, y los argumentos que sostienen su razonamiento. Así es en la mayoría de cabeceras internacionales, salvo en The Guardian, donde Andrew Brown tiene un considerable enfado. Con la desinformación sobre la visita del Papa en general, y en concreto sobre la "ridícula" cobertura que ha hecho la BBC británica. "Si yo fuera católico, yo me enojaría con la BBC" dice Brown, ya que la cadena, en su programa matutino se limitó a mencionar a los "miles de manifestantes que salieron a la calle contra la visita del Papa" sin siquiera mencionar "ni el Encuentro Mundial de la Juventud, ni el millón y medio de jóvenes que han acudido a Madrid".

Pero con quien se cabrea de verdad es con los periodistas, a quienes culpa de ello porque: "La clase de jóvenes que van en peregrinación para saludar al Papa no es la clase de personas en las que quieren convertirse –o han sido- la mayoría de los periodistas. Ellos son la quintaesencia de la moda".Así, critica duramente que se le haya dado más cobertura a las marchas ‘antipapa’ que a la propia visita. El gremio se lleva un buen rapapolvo por su escasa profesionalidad, a los que despide con una frase clave, que a su entender, no deberían olvidar: "El triple de personas han viajado a Madrid a ver al Papa de los que han viajado para protestar contra él".

Muestra de ello vemos en BBC News, que despacha en apenas 3 líneas el objetivo de la Jornada Mundial de la Juventud –y su éxito- para centrarse en las críticas que hacen los "antipapa" a la visita del Sumo Pontífice, dedicando un gran espacio a las acusaciones de este grupo. De hecho, califica de "lujosas" las celebraciones, dando por bueno las cifras de los anticatólicos, que acusan al Ejecutivo nacional y también al regional de "derrochar" para este evento "en un momento de austeridad, con las dificultades que tiene España".

Aunque demuestra una inclinación más favorable a los antipapa, la BBC se muestra bastante neutra con lo ocurrido el pasado miércoles, cuando los ‘indignados’ echaron de Sol a los peregrinos, y lo suaviza diciendo que este lugar "ha sido testigo de acaloradas discusiones entre los peregrinos y los manifestantes", aunque, en cierto modo culpa a los jóvenes cristianos de usurpar el escenario del 15-M que "luchó contra los recortes sociales y la alta tasa de desempleo".

La periodista Fiona Govan hace en The Telegraph un completo seguimiento de la visita del Santo Padre, informando de cada uno de los actos que lleva a cabo durante la JMJ. No obstante, si considera que las celebraciones, por encima de todo "han estado marcadas por las protestas" y los enfrentamientos, de los que culpa por igual a peregrinos y antipapas. "Se esperan más protestas a lo largo de la visita", anticipa.

En Financial Times también los antipapa son la noticia estrella, mucho más que Benedicto XVI. Su versión sobre los enfrentamientos con los peregrinos es mucho más tibia, ya que afirma que "en su mayoría fueron [conflictos] pacíficos y verbales" aunque sí reconoce que había "débiles ecos de los odios entre católicos franquistas y republicanos antirreligiosos de la guerra civil española". En cierto modo, justifica ese desagrado que la visita del Papa ha producido en ciertos sectores porque "la proporción de los ateos y los no creyentes ha aumentado un 24,3%" mientras que los creyentes "que van a misa" van disminuyendo.

En The Wall Street Journal encontramos una lectura mucho más política de la visita del Santo Padre. Aunque nombra los conflictos vividos con los antipapa - que el diario llama "seculares"-, lo realmente interesante es que esta visita "tiene lugar en vísperas de las elecciones generales para el 20 de noviembre" cuando precisamente "las últimas encuestas dan la victoria a los conservadores y pro-católicos del Partido Popular". Además, considera que el hecho de que Zapatero se reúna dos veces con el Pontífice, a diferencia de la anterior visita en la que apenas le vió unos minutos en el aeropuerto, se puede interpretar como "un signo de una actitud conciliadora de ambas partes".

Sobre los antipapas, Wall Street Journal dice que la visita de Benedicto XVI ha despertado un "inusual grado de oposición a pie de calle" entre "grupos seculares y activistas, que anteriormente se manifestaron contra las medidas gubernamentales de austeridad económica", dice, en relación al 15-M. Como la mayoría de diarios internacionales, el diario considera que lo ocurrido el miércoles no fue más que un "intercambio de insultos y burlas" con los peregrinos extranjeros. 

Por su parte, el New York Times comienza con una información moderada, que pronto sucumbe a los tintes tendenciosos del diario. Los antipapas quedan retratados como unos "luchadores" de la justicia que igual se enfrentan a "los partidos tradicionales" por su encorsetamiento, como a las "instituciones por poner por delante de los ciudadanos sus intereses" tanto más cuando la ciudadanía, "lucha contra una tasa de desempleo del 21%". Por supuesto, no se señala a la gestión gubernamental responsable de haber llegado a este punto. 

Sin embargo, sí atiza a la Comunidad de Madrid porque "los peregrinos han recibido un descuento del 80% en el transporte público a pesar de que la deuda de la Comunidad de Madrid recientemente aumentó el precio de un billete de metro en un 50%" para rematar añade que, encima, "Muchos visitantes han recibido alojamiento en las escuelas y otros edificios públicos", y se muestra de lo más comprensivo con los antipapas que el miércoles echaron a empujones a los peregrinos de la puerta del Sol. 

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