Wollaston habló sobre el tema en una reunión sectorial durante la conferencia del Partido Conservador en Manchester la semana pasada. Allí culpó de beber en exceso a sus compañeros en los eventos sociales.
La diputada, que es médico forense, explicó que "el problema que tenemos es el número de recepciones durante todo el día en que el alcohol es gratis". "No creo que mis colegas están borrachos. Estoy diciendo que hay una cultura de la bebida que me ha sorprendido", matizó Wollaston.
En este sentido, dijo que no está presionando para "una política de la abstinencia total en el parlamento", pero sí que el Gobierno debe dar ejemplo con su propia conducta, si tiene una estrategia para reducir el consumo de alcohol.
"¿Es aceptable tener un vaso de vino o una botella a la hora de comer? Si vamos a votar estamos trabajando ¿Es importante ser prudentes, mientras que estamos legislando?, se pregunta la diputada.
Al escribir sobre su experiencia en los recientes congresos de los partidos británicos, el columnista del Daily Mail Letts Quentin señaló que "el nivel de alcohol en las conferencias de este año ha sido asombroso". "En las tres conferencias - no sólo los conservadores en Manchester, también los laboristas en Liverpool y los demócratas liberales en Birmingham- las juergas nocturnas fueron exageradas", realata el periodista.
"Durante el día se ha hablado de recortes. Por la noche se han dado bacanales. Grotesco. Estanques, lagos, lagunas de alcohol han consumido, mientras que el resto del país se tambalea al borde de una recesión", escribe Letts Quentin. "He visto a diputados de los tres partidos que apenas podían hablar", añade.