Ángel Carromero, el dirigente de Nuevas Generaciones que viajaba con Oswaldo Payá cuando sufrieron el accidente que costó la vida al disidente cubano, continúa retenido en la localidad cubana de Bayamo sin que todavía se le acuse de delito alguno. La legislación cubana permite retener a una persona durante 72 horas sin presentar cargos. Pasado ese periodo, el retenido deberá quedar libre o será oficialmente inculpado, por lo que este jueves se presenta como el "día decisivo", según explicaron fuentes parlamentarias a LD. En Cuba, verse implicado en un accidente mortal puede suponer ser acusado de homicidio involuntario, con penas de entre dos y cinco años de cárcel.
El presidente de Nuevas Generaciones, Pablo Casado, ha explicado a este periódico que Ángel Carromero se encuentra "bien y tranquilo" y junto a él está "en todo momento" el cónsul español. Para Exteriores, mientras, la "prioridad" sigue siendo sacarlo de Bayamo, llevarlo a La Habana y de ahí a España, por lo que quieren evitar debates dialécticos que supongan un enfrentamiento con el régimen.
La familia está siendo constantemente informada, indicaron fuentes parlamentarias, mientras la embajada está haciendo todas las gestiones pertinentes. Las mismas fuentes avisan de que lo fundamental es ser "prudentes". El régimen, explican, "está siguiendo atentamente" todo lo que se publica en torno al caso.