Andrés Suárez Montes es ingeniero industrial y empleado en Brasil para la empresa Schlumberger . La empresa aseguró a su mujer que Andrés tenía un billete para ese avión y desde la salida del vuelo de Air France no se han vuelto a tener noticias suyas. La empresa comunicó la lista de pasajeros y precisó que se elaboró "sobre la base de las informaciones suministradas por las autoridades brasileñas" .
En un comunicado oficial , la aerolínea informó que de los pasajeros del aparato Airbus A330-200 desaparecido la mayoría, un total de 61 , eran de nacionalidad francesa .
Además, viajaban 58 brasileños , 26 alemanes , 9 chinos , 9 italianos , 5 británicos , 6 suizos , 5 libaneses , 4 húngaros , 3 eslovacos , 3 noruegos , 3 irlandeses , 2 estadounidenses , 2 españoles , 2 marroquíes y 2 polacos .
Había además un ciudadano cada uno de los siguientes países: Sudáfrica, Argentina, Austria, Bélgica, Canadá, Croacia, Dinamarca, Islandia, Estonia, Gambia, Holanda, Filipinas, Rumanía, Rusia, Suecia y Turquía.
En declaraciones a la prensa brasileña, el gerente de Air France en el aeropuerto de Río de Janeiro, Jorge Assunçao, indicó en un primer momento que la lista de pasajeros estaba en manos de las autoridades de aviación civil brasileñas, que estaban realizando ulteriores comprobaciones. La lista sería publicada después de que todos los familiares de las víctimas hubieran sido informados.
El príncipe Pedro Luis de Orleans, entre los pasajeros
El príncipe Pedro Luis de Orleans e Bragança, cuarto en la línea de sucesión del emperador de Brasil, figura entre los pasajeros, informaron sus familiares. Pedro Luis de Orleans e Bragança, de 26 años, es uno de los descendientes directos de Pedro II, que fue el segundo emperador de Brasil y que gobernó el país por casi 50 años hasta ser depuesto en 1889 con la implantación del régimen republicano.
La mayoría de los descendientes de Pedro II aún vive en Brasil pese al origen portugués de la familia real y varios tuvieron gran actividad política cuando el país celebró en 1993 un referendo en el que los electores fueron convocados para definir si querían permanecer en el régimen republicano o restaurar la monarquía.
Igualmente fue confirmado que embarcó en el avión el jefe de Gabinete de la alcaldía de Río de Janeiro, Mercelo Partente, que viajaba a París en la compañía de su esposa.
La subsidiaria en Brasil del fabricante francés de neumáticos Michelin confirmó que tres de sus empleados también figuran entre los pasajeros del vuelo, entre los cuales estaba el presidente de la compañía para Suramérica, Luis Roberto Anastacio. Los otros dos son el director Antonio Gueiros y una empleada de Michelin en Francia identificada como Christine Pieraerts.
En el aeropuerto Charles de Gaulle se creó desde primeras horas de este lunes una célula especial de crisis para asistir a los familiares de los pasajeros y allí acudieron responsables de la compañía y del Gobierno y el Estado francés.
Después de encontrarse con los familiares que esperaban noticias de sus allegados, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró que las esperanzas de encontrar supervivientes del avión de Air France desaparecido son "muy débiles" y que se desconoce qué ocurrió con ese vuelo.
Expertos en control aéreo explicaron, impotentes, a los medios de comunicación franceses durante la jornada que la zona donde desapareció el avión es conocida por las inclemencias meteorológicas que los aparatos comerciales han de superar, pero que los pilotos están habituados a esas condiciones.
Pero Sarkozy reconoció que "no hay ningún elemento concreto sobre lo que ocurrió" y señaló que esta es "una catástrofe como nunca ha conocido la compañía Air France". La empresa había admitido varias horas antes que efectivamente consideraba la desaparición del avión como una "catástrofe", aun sin poder precisar si fue un rayo -como dijo un portavoz de Air France- o alguna otra circunstancia las que hicieron perder el rastro del avión.
Sarkozy explicó que Francia ha enviado a la zona "barcos y aviones", después de que se supiera que las autoridades galas habían pedido ayuda al Pentágono estadounidense. "Nuestros amigos españoles nos ayudan. Los brasileños nos ayudan mucho también", indicó.
"Hay que hacer todo lo posible para recuperar el máximo de los elementos del avión, un Airbus A330, para entender qué pasó", dijo Sarkozy, quien admitió que será "extremadamente difícil" la búsqueda de los restos del aparato "porque la zona es inmensa, cientos de kilómetros y, claro, este drama se produjo en plena noche encima del Atlántico".
Según el presidente, que estaba acompañado de varios ministros, "creímos que el avión estaba a unos 400 kilómetros de Brasil".
Sarkozy aseguró que las autoridades y los responsables de Air France trabajan para aclarar lo sucedido.