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Aliados de Merkel piden reabrir el proceso para ilegalizar al ultraderechista NPD

El Partido Socialdemócrata alemán ha pedido a los partidos y al Gobierno que encabeza la canciller Angela Merkel que es necesario replantearse la iniciativa parlamentaria para prohibir al ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD). La polémica salta después de que en la localidad de Mülgen, ocho ciudadanos indios fueron agredidos por una turba de jóvenes que profirieron insultos racistas.

El Partido Socialdemócrata alemán ha pedido a los partidos y al Gobierno que encabeza la canciller Angela Merkel que es necesario replantearse la iniciativa parlamentaria para prohibir al ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD). La polémica salta después de que en la localidad de Mülgen, ocho ciudadanos indios fueron agredidos por una turba de jóvenes que profirieron insultos racistas.
LD (EFE) El líder del co-gubernamental partido alemán SPD, Kurt Beck, ha declarado que tras la golpiza que sufrieron ocho ciudadanos indios por parte de neonazis, es necesario replantearse la iniciativa para prohibir al ultraderechista Partido Nacional Democrático (NPD). La propuesta estuvo impulsada por las dos cámaras del Parlamento (Bundestag y Bundesrat), así como por el Gobierno, pero fue rechazada por el Tribunal Constitucional en 2003.
 
Beck calificó de "inapelable" la necesidad de ilegalizar esa formación, visto su avance en buena parte del este el país. Sin embargo, líderes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), alianza que encabeza la canciller Angela Merkel, se advirtió de los peligros de llevar adelante ese proceso. El vicepresidente del grupo parlamentario conservador, Wolfgang Bosbach, dijo que "me temo que volveremos a fracasar. Y eso tendría consecuencias catastróficas".
 
La demanda de ilegalización fue denegada en 2003, tras un largo proceso, al revelarse que buena parte de la información acumulada por los servicios de inteligencia procedía de confidentes policiales infiltrados en la cúpula de esa formación ultraderechista que cuenta con escaños en los parlamentos regionales de los estados de Sajonia, Mecklenburgo-Antempomerania y Brandeburgo, todos en el este del país.
 
El debate sobre la ultraderecha se reactivó estos días tras la conmoción causada por la persecución, acoso y agresión a ocho indios por una turba de unos cincuenta jóvenes en la localidad de Mügeln. Las víctimas, que sufrieron heridas de diversa consideración, han acusado a la policía de no haber actuado a tiempo contra sus agresores, que les persiguieron por toda la ciudad, y también de haberlos tratado "como a perros" cuanto finalmente llegaron.
 
La cuestión ha desatado disonancias en el seno de su coalición de Gobierno y acusaciones desde las filas del SPD de inoperancia frente a la ultraderecha. El ministro de Obras Públicas y Transporte, el socialdemócrata Wolfgang Tiefensee, procedente del Este, acusó a la ministra de Familia, la conservadora Ursula von der Leyen, de haber recortado las partidas presupuestarias a proyectos sociales contra la ultraderecha y para brindar perspectivas a los jóvenes.

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