L D (Agencias)
El primer ministro designado palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen) ha considerado este martes “fracasadas” sus negociaciones con el presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, sobre la formación de un gabinete y afirmó que no pretende seguir discutiendo sobre esta cuestión, según indicó un responsable a la agencia
France Presse
. Las negociaciones "entre Arafat y yo han fracasado, no discutiré más sobre esto", afirmó Abbas, citado por uno de los mediadores implicados en los esfuerzos para tratar de acercar posiciones entre los dos dirigentes sobre la formación de un gobierno.
El plazo para la aprobación del nuevo Gobierno concluye este miércoles y todo indica que Abú Mazen, finalmente, no dirigirá el Ejecutivo a pesar de las numerosas presiones recibidas por Arafat desde el exterior. Según uno de los mediadores palestinos que ha intentado hoy acercar posiciones entre ambos dirigentes -que no se hablan desde el pasado domingo-, Abbas se niega a mantener más contactos con el presidente acerca del reparto de carteras, afirmó el primer ministro. La última gestión vino este martes de la mano del primer ministro británico, Tony Blair, quien llamó a Arafat personalmente para reclamarle que haga todo lo posible por conservar a Abbas como primer ministro. Desde Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, advirtió a la Autoridad Palestina de que la publicación de la esperada "hoja de ruta" sólo se producirá tras la formación de un nuevo gobierno palestino, con Abú Mazen al frente.
Según el periódico independiente israelí Haaretz , fuentes próximas a la Autoridad Nacional Palestina y al proceso para la formación de un nuevo Gobierno han asegurado que el presidente Yaser Arafat está bloqueando la integración del gabinete del primer ministro Abu Mazen porque este último pretende desmantelar a “Las brigadas de los mártires de Al-aqsa”, uno de los grupos terroristas vinculados al movimiento Al-Fatah, presidido por el propio Arafat, y que Mazen también pretende luchar contra las organizaciones terroristas Hamas y Yihad Islámica, tal y como exige la hoja de ruta (plan de paz) elaborado por EEUU, Rusia, UE y ONU, y que pretende la rápida instauración de un Estado palestino libre y democrático y de la consolidación de un Estado de Israel seguro.
Las fuentes han explicado de Abu Mazen tiene la firme intención de establecer una nueva política de seguridad con el objetivo de luchar y desmantelar las citadas organizaciones terroristas. Para ello, el primer ministro considera que no tiene que consultar nada con el presidente de la ANP, puesto que el Consejo Legislativo le otorgó esas competencias cuando fue designado el pasado marzo. En ese contexto, Mazen exige plena autoridad para proceder con el desarme de las organizaciones palestinas que luchan contra la ocupación israelí, lo que incluye a “Las brigadas de los mártires de Al-Aqsa”, parte del partido Al-Fatah. En contraste, Arafat considera que el desmantelamiento de ese grupo y la lucha frontal contra el terrorismo podría provocar una guerra civil en los territorios palestinos. Abu Mazen tiene de plazo hasta este miércoles para presentar su gobierno al Consejo Legislativo, que, si bien le dio su apoyo el mes pasado, ahora ha cerrado filas en torno al presidente Yaser Arafat.
El problema radica en los integrantes del nuevo gabinete de Mazen, fundamentalmente en el hombre que se encargará de la Cartera de Seguridad Interior, encargada de las relaciones con todas las facciones armadas y ahora, de su desmantelamiento. Este lunes una comisión de conciliación del movimiento Al-Fatah presentó una propuesta a Abu Mazen para resolver el contencioso sobre quién ocupará la cartera del Interior. La propuesta incluía los nombres de 24 ministros, 14 de ellos miembros del gabinete saliente, pero no el del coronel Mohamed Dahlán, ex jefe de la Seguridad Preventiva en Gaza y a quien Abu Mazen exige como titular del Interior, o en su defecto como responsable de la seguridad en una función separada de esa cartera. Arafat se opone al nombramiento de Dahlán porque ello le restaría influencia sobre los asuntos de seguridad, una función que ostenta desde que preside la OLP hace ya tres décadas. Pero Abu Mazen se niega a aceptar al candidato de Arafat, el actual titular de la cartera de Interior, Hani Al-Hasán, hombre de confianza del presidente.
El plazo para la aprobación del nuevo Gobierno concluye este miércoles y todo indica que Abú Mazen, finalmente, no dirigirá el Ejecutivo a pesar de las numerosas presiones recibidas por Arafat desde el exterior. Según uno de los mediadores palestinos que ha intentado hoy acercar posiciones entre ambos dirigentes -que no se hablan desde el pasado domingo-, Abbas se niega a mantener más contactos con el presidente acerca del reparto de carteras, afirmó el primer ministro. La última gestión vino este martes de la mano del primer ministro británico, Tony Blair, quien llamó a Arafat personalmente para reclamarle que haga todo lo posible por conservar a Abbas como primer ministro. Desde Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, advirtió a la Autoridad Palestina de que la publicación de la esperada "hoja de ruta" sólo se producirá tras la formación de un nuevo gobierno palestino, con Abú Mazen al frente.
Según el periódico independiente israelí Haaretz , fuentes próximas a la Autoridad Nacional Palestina y al proceso para la formación de un nuevo Gobierno han asegurado que el presidente Yaser Arafat está bloqueando la integración del gabinete del primer ministro Abu Mazen porque este último pretende desmantelar a “Las brigadas de los mártires de Al-aqsa”, uno de los grupos terroristas vinculados al movimiento Al-Fatah, presidido por el propio Arafat, y que Mazen también pretende luchar contra las organizaciones terroristas Hamas y Yihad Islámica, tal y como exige la hoja de ruta (plan de paz) elaborado por EEUU, Rusia, UE y ONU, y que pretende la rápida instauración de un Estado palestino libre y democrático y de la consolidación de un Estado de Israel seguro.
Las fuentes han explicado de Abu Mazen tiene la firme intención de establecer una nueva política de seguridad con el objetivo de luchar y desmantelar las citadas organizaciones terroristas. Para ello, el primer ministro considera que no tiene que consultar nada con el presidente de la ANP, puesto que el Consejo Legislativo le otorgó esas competencias cuando fue designado el pasado marzo. En ese contexto, Mazen exige plena autoridad para proceder con el desarme de las organizaciones palestinas que luchan contra la ocupación israelí, lo que incluye a “Las brigadas de los mártires de Al-Aqsa”, parte del partido Al-Fatah. En contraste, Arafat considera que el desmantelamiento de ese grupo y la lucha frontal contra el terrorismo podría provocar una guerra civil en los territorios palestinos. Abu Mazen tiene de plazo hasta este miércoles para presentar su gobierno al Consejo Legislativo, que, si bien le dio su apoyo el mes pasado, ahora ha cerrado filas en torno al presidente Yaser Arafat.
El problema radica en los integrantes del nuevo gabinete de Mazen, fundamentalmente en el hombre que se encargará de la Cartera de Seguridad Interior, encargada de las relaciones con todas las facciones armadas y ahora, de su desmantelamiento. Este lunes una comisión de conciliación del movimiento Al-Fatah presentó una propuesta a Abu Mazen para resolver el contencioso sobre quién ocupará la cartera del Interior. La propuesta incluía los nombres de 24 ministros, 14 de ellos miembros del gabinete saliente, pero no el del coronel Mohamed Dahlán, ex jefe de la Seguridad Preventiva en Gaza y a quien Abu Mazen exige como titular del Interior, o en su defecto como responsable de la seguridad en una función separada de esa cartera. Arafat se opone al nombramiento de Dahlán porque ello le restaría influencia sobre los asuntos de seguridad, una función que ostenta desde que preside la OLP hace ya tres décadas. Pero Abu Mazen se niega a aceptar al candidato de Arafat, el actual titular de la cartera de Interior, Hani Al-Hasán, hombre de confianza del presidente.
