L D (EFE)
Abdel Aziz al-Hakim, que dirige el la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), salió de su domicilio en la ciudad santa de Kerbala y se dirigió a Bagdad para presentar la última iniciativa y forzar a los suníes, según confirmaron fuentes de los negociadores chiíes. "Ahora estamos a la espera de la respuesta de los suníes", agregó el portavoz chií, Abbas al-Bayati.
Pese a no tener un puesto relevante en el Gobierno, Abdel Aziz al-Hakim es el poder en la sombra que maneja los enrevesados hilos de la alianza tejida entre chiíes laicos y religiosos, radicales y moderados. Asiduo el gran ayatolá Ali Al-Sistani, máxima autoridad religiosa chií de Irak, dirige un partido con hondas raíces iraníes y gran arraigo en la sociedad desde que hace dos años fuera asesinado en atentado su hermano y fundador del ASRII, el ayatolá Mohamed Baquir al-Hakim.
Baquir al-Hakim, que fue recibido por una fervorosa turbamulta a su regreso del exilio en Irán, murió cinco meses después víctima de un atentado con coche bomba cuando dirigía la oración en la mezquita de Nayaf. La Casa Blanca teme, por su parte, que la falta de acuerdo frustre su política en Oriente Medio, espolee la criticas en el país y sea interpretada por los grupos violentos iraquíes como un signo de debilidad y un acicate para redoblar la violencia.
Hasta el momento se desconoce cual será la postura de los suníes, que ya han obligado a aplazar en tres ocasiones la entrega y aprobación del texto constitucional en el Parlamento, y que de momento están "estudiando la nueva iniciativa". "Lo único que queremos es una Constitución que mantenga la unidad de Irak y haga realidad las aspiraciones de todos los iraquíes", declaró a la televisión qatarí el vicepresidente del país, el suní Ghazi al-Yawar.
Este jueves el portavoz de la comunidad suní en la Comisión que redacta el borrador de la Carta Magna, Saleh al-Mutalq, insistió en que no están dispuestos a renunciar a la unidad y la integridad territorial de Irak y que no aceptarán ningún documento que pueda sentar las bases para un futuro federalismo. Además, exigen en que sea reformado el artículo dedicado a la erradicación de los símbolos del Partido "Baaz", formación copada por los suníes sobre la que apoyó su poder la dictadura del depuesto Sadam Husein.
Al-Mutlaq calificó de "inaceptable" la propuesta hecha anoche por chiíes y kurdos, que al parecer sugiere retrasar dos años el asunto de las regiones federales. Las presiones y el inmovilismo han comenzado a exasperar al resto de las partes, que han conminado a proseguir adelante con el proceso pese a las objeciones y las amenazas de incendiar el país vertidas por los suníes.
El presidente del Parlamento, Hayim al-Hasani, ha advertido que sea cual sea el resultado de las negociaciones, el borrador será sometido a referéndum en octubre, como exige el plan de transición auspiciado por Estados Unidos. Hasta el momento, se desconoce si Al-Hasani convocará a la Cámara para una eventual aprobación –los kurdos y los chiíes tienen mayoría suficiente para garantizar el sí– o si las negociaciones se alargarán hasta que haya un acuerdo.
Los suníes insisten, por su parte, en que si el documento es aceptado sin su consentimiento, se esforzarán al máximo para que la consulta popular fracase. Este viernes miles de manifestantes suníes han salido a la calles del norte de Irak para protestar contra el borrador y el federalismo chií, principal obstáculo del proceso. Al menos cinco personas resultaron heridas por arma de fuego cuando la Policía trató de disolver la protesta en la ciudad de Baquba, en pleno "triángulo suní", corazón de la insurgencia en Irak. Si en tres provincias de las 18 que integran Irak, dos tercios de la población dicen "No", el borrador quedaría anulado y deberían convocarse elecciones.
Pese a no tener un puesto relevante en el Gobierno, Abdel Aziz al-Hakim es el poder en la sombra que maneja los enrevesados hilos de la alianza tejida entre chiíes laicos y religiosos, radicales y moderados. Asiduo el gran ayatolá Ali Al-Sistani, máxima autoridad religiosa chií de Irak, dirige un partido con hondas raíces iraníes y gran arraigo en la sociedad desde que hace dos años fuera asesinado en atentado su hermano y fundador del ASRII, el ayatolá Mohamed Baquir al-Hakim.
Baquir al-Hakim, que fue recibido por una fervorosa turbamulta a su regreso del exilio en Irán, murió cinco meses después víctima de un atentado con coche bomba cuando dirigía la oración en la mezquita de Nayaf. La Casa Blanca teme, por su parte, que la falta de acuerdo frustre su política en Oriente Medio, espolee la criticas en el país y sea interpretada por los grupos violentos iraquíes como un signo de debilidad y un acicate para redoblar la violencia.
Hasta el momento se desconoce cual será la postura de los suníes, que ya han obligado a aplazar en tres ocasiones la entrega y aprobación del texto constitucional en el Parlamento, y que de momento están "estudiando la nueva iniciativa". "Lo único que queremos es una Constitución que mantenga la unidad de Irak y haga realidad las aspiraciones de todos los iraquíes", declaró a la televisión qatarí el vicepresidente del país, el suní Ghazi al-Yawar.
Este jueves el portavoz de la comunidad suní en la Comisión que redacta el borrador de la Carta Magna, Saleh al-Mutalq, insistió en que no están dispuestos a renunciar a la unidad y la integridad territorial de Irak y que no aceptarán ningún documento que pueda sentar las bases para un futuro federalismo. Además, exigen en que sea reformado el artículo dedicado a la erradicación de los símbolos del Partido "Baaz", formación copada por los suníes sobre la que apoyó su poder la dictadura del depuesto Sadam Husein.
Al-Mutlaq calificó de "inaceptable" la propuesta hecha anoche por chiíes y kurdos, que al parecer sugiere retrasar dos años el asunto de las regiones federales. Las presiones y el inmovilismo han comenzado a exasperar al resto de las partes, que han conminado a proseguir adelante con el proceso pese a las objeciones y las amenazas de incendiar el país vertidas por los suníes.
El presidente del Parlamento, Hayim al-Hasani, ha advertido que sea cual sea el resultado de las negociaciones, el borrador será sometido a referéndum en octubre, como exige el plan de transición auspiciado por Estados Unidos. Hasta el momento, se desconoce si Al-Hasani convocará a la Cámara para una eventual aprobación –los kurdos y los chiíes tienen mayoría suficiente para garantizar el sí– o si las negociaciones se alargarán hasta que haya un acuerdo.
Los suníes insisten, por su parte, en que si el documento es aceptado sin su consentimiento, se esforzarán al máximo para que la consulta popular fracase. Este viernes miles de manifestantes suníes han salido a la calles del norte de Irak para protestar contra el borrador y el federalismo chií, principal obstáculo del proceso. Al menos cinco personas resultaron heridas por arma de fuego cuando la Policía trató de disolver la protesta en la ciudad de Baquba, en pleno "triángulo suní", corazón de la insurgencia en Irak. Si en tres provincias de las 18 que integran Irak, dos tercios de la población dicen "No", el borrador quedaría anulado y deberían convocarse elecciones.