
LD (EFE) Al menos catorce personas, incluido un policía, murieron y otras 33 resultaron heridas en la explosión de una bomba y un automóvil cargado con explosivos en el este de Bagdad. Según un comunicado del Ministerio de Interior, la bomba estallaba al paso de una patrulla de la Policía que circulaba cerca de un departamento de la administración de tráfico en el barrio Al-Rasafa.
El capitán de policía Ali Hadi explicó que la explosión de la bomba causó sólo tres muertos, y que el número de las víctimas mortales subió a once tras el estallido, pocos minutos después, de un coche-bomba en el mismo lugar. Fuentes policiales dijeron que entre los heridos hay al menos tres policías, y que en la explosión varios vehículos, uno de ellos de la Policía, quedaron destruidos.
Minutos después se confirmaba otro ataque donde al menos cuatro personas resultaban heridas por la explosión de morteros contra un centro de reclutamiento cerca del aeropuerto de Muthana, en el norte de Bagdad. Esa misma región fue blanco el pasado domingo de un atentando suicida con coche-bomba que mató a trece personas. Las acciones de violencia continúan en Irak, especialmente en la capital, pese a los planes de seguridad aplicados desde hace dos meses por el Gobierno en Bagdad y sus alrededores.
El tercer atentado tenía lugar en el barrio de Zayuna. Un coche-bomba estallaba justo en el momento en que una patrulla policial llegaba a sus dependencias tras realizar una ronda por el barrio. Tres de los ocho muertos y la mayoría de los diecisiete heridos son policías, mientras que el resto son civiles que se encontraban en las inmediaciones.