
LD (EFE) Varias explosiones de gran potencia han sacudido las calles de Bagdad y las inmediaciones de la llamada "zona verde", donde se encuentra la sede de la Coalición Militar que opera en Irak así como las embajadas de EEUU y del Reino Unido. Al mismo tiempo, violentos combates tenían lugar en el centro de la ciudad. Hasta el momento se contabilizan 25 muertos y 77 heridos.
Según varios testigos y corresponsales en Bagdad, los terroristas lanzaron no menos de una docena de obuses de mortero de gran calibre contra la llamada "zona verde". En esa área algunos de los proyectiles llegaron a alcanzar a edificios de los consulados, mientras que un portavoz militar estadounidense dentro de la zona decía desconocer si esas explosiones habían causado víctimas. De inmediato se reforzaron los cinturones de seguridad con la llegada de varios carros de combate.
La explosión más violenta se produjo antes de amanece, y una gran columna de humo se hizo visible sobre el centro de la ciudad durante más de una hora. Poco después, un atentado con coche-bomba, que conducía un terrorista suicida, acabó con la vida de Alaedín Aref, el comisario jefe de Policía del distrito de Al Yarmuk, en Bagdad, y dejó además otros dos civiles muertos y cinco heridos graves.
Casi simultáneamente, otro terrorista se empotraba contra un carro de combate de EEUU en la calle Haifa, en pleno centro de la capital y lo inutilizaba por completo. Allí murieron cinco agentes de la Policía y al menos tres civiles. En la periferia oeste de Bagdad, otro coche-bomba conducido por un suicida intentó estrellarse contra la entrada de la prisión de Abu Ghraib, sin conseguir su objetivo.
