LD (EFE) Al menos dos personas murieron al estallar una bomba en un autobús urbano en la ciudad de Antalya. El artefacto estaba colocado en el interior del vehículo, sobre los asientos que ocupaban los pasajeros Tahsin Akca, de 58 años, y Urfiye Akca, de 57, que perdieron la vida al instante a causa de la explosión. Otros diez viajeros del autobús, que quedó envuelto en llamas, sufrieron heridas de diversa consideración.
Hasta el momento, ningún grupo ha asumido la responsabilidad del atentado, pero las investigaciones apuntan a los terroristas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que en el último año han retomado la lucha armada tras un lustro de tregua. En la pasada década de los noventa, en plena efervescencia de su desafío contra el Gobierno central, el grupo se responsabilizaba de numerosos atentados similares al de en autobuses del sureste del país.