
LD (EFE) El secretario de Comunicación de la Presidencia de Ecuador, Enrique Proaño, anunció la imposición del estado de emergencia en las provincias amzónicas petroleras de Napo, Sucumbíos y Orellana, debido a la huelga que llevan adelante unos dos mil trabajadores del sector. El decreto implica que las "infracciones que se cometieren en la zona de seguridad" serán sancionadas por "tribunales militares".
En una rueda de prensa, Proaño indicó que la medida se debe a que la huelga ha causado la paralización de la producción de crudo en varios campos petrolíferos de la región. Añadió que las tres provincias han sido declaradas como "zonas de seguridad" y que se han suspendido los derechos ciudadanos en esa región. La medida, en si, implica un "estado de excepción" en oposición al de "emergencia" decretado por el Gobierno, que habitualmente se aplica en casos de desastres naturales o catástrofes.
El portavoz agregó que Gobierno dispuso que la fuerza pública restablezca en la zona "las condiciones de seguridad recaídas, con la finalidad de proteger la integridad de la ciudadanía, así como de la propiedad pública y privada". Explicó que la fuerza pública tendrá la misión de "restablecer la pacífica convivencia ciudadana y el normal desarrollo de las actividades públicas y privadas de la zona".
Fernando González, el presidente de la empresa estatal petrolera Petroecuador indicó que durante la primera jornada de las protestas, su compañía ha dejado de producir unos 18.000 barriles de crudo. Según fuentes periodísticas, el Gobierno tendría previsto asignar unos cincuenta millones de dólares para atender las demandas de los trabajadores petroleros.