L D (Agencias) La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró este viernes no compartir las críticas del europarlamentario de CiU Ignasi Guardans, quien la acusó de abandonar Bombay dejando a parte de su delegación allí, aunque mantuvo que la opinión es libre. "La opinión es libre en este país, pero no la comparto", dijo Aguirre tras recibir a los miembros de la delegación madrileña que la acompañó a India y que hasta ayer permaneció retenida en Bombay tras los atentados que sacudieron la ciudad el miércoles.
Un poco más contundente se mostró el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, quien aseguró que es "una mezquindad" decir este tipo de cosas en unas circunstancias como las que han vivido todos. "Me parece una mezquindad decir esto en estas circunstancias y más él que ni siquiera las ha vivido", señaló en referencia a que el eurodiputado estaba en un restaurante cuando empezó todo mientras que él y la presidenta se encontraban en medio de la batalla.
En defensa de la jefa del Ejecutivo autonómico, De Foxá aseguró que lo primero que hizo Aguirre cuando se encontró en la furgoneta fuera del hotel fue preguntar por el resto de la delegación que, al parecer, "estaba más segura que ella porque estaba en el malecón". "Cuando la presidenta se dio cuenta de que ya no aportaba nada y de que el resto estaban totalmente seguros fue cuando decidió marcharse", indicó el primer edil, al tiempo que reconoció que si él no hubiese tenido que esperar a llevarse a su hermano fallecido un día antes en este país también se hubiera ido.
El regidor pudo finalmente volver con las cenizas de su hermano en el avión aunque en un principio pensó que no le iba a dar tiempo. "El proceso se agilizó gracias a que en todo momento el cónsul de España le ha ayudado", aseguró.