
L D (EFE) "Akáyev llegó esta noche en avión procedente de Kazajistán", señala la agencia Interfax, que no confirma si el líder kirguís viajó acompañado de su familia. El presidente ruso invitó este viernes desde Armenia a Akáyev, de 60 años, a refugiarse en Rusia, si "ese era su deseo". Vladimir Putin, que lamentó la caída de Akáyev y tachó de "ilegal" la sublevación popular en Kirguizistán, se mostró dispuesto a colaborar con los líderes opositores, "bien conocidos en Rusia".
Al parecer, Akáyev intentó huir a Rusia en un primer momento tras la toma del poder por la oposición, pero la interrupción de los conductos diplomáticos se lo impidió. El líder kirguís viajó a Rusia antes de las elecciones legislativas del 27 de febrero pasado, tachadas de "fraudulentas" por la oposición, para consultas con el Kremlin.
En su primera intervención pública tras ser desbancado, Akáyev tachó este viernes de "golpe de Estado" la sublevación popular que le apartó del poder y advirtió que su exilio era "provisional". Su mensaje fue ignorado por el presidente en funciones de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíyev, que garantizó la protección e inmunidad a Akáyev, aunque advirtió que la "ira" contra el clan familiar del huido líder es aún "muy grande".
Disturbios en la capital
El nuevo Gobierno interino de Kirguizistán ordenó a las fuerzas de seguridad actuar para restabelcer el orden público en la capital, Bishkek, tras una noche en la que dos personas murieron en enfrentamientos entre grupos de incontrolados y los policías.
Según fuentes militares, una división motorizada del Ejército kirguís se ha trasladado hasta Bishkek para reforzar la seguridad en los principales edificios gubernamentales. La división Koitásh, acantonada en las afueras de Bishkek, se une a las fuerzas del interior, las unidades especiales, la policía antidisturbios y los grupos de defensa ciudadana para garantizar el orden en la capital kirguís, que tiene 800.000 habitantes.
Debido a los desórdenes callejeros, que en la noche del jueves también causaron tres muertos y casi 400 heridos, el Ministerio del Interior dio la "orden número 15", que autoriza al personal a "emplear las armas contra bandidos y merodeadores".