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ESCÁNDALO DE TORTURAS A PRESOS

El Ejército de EEUU no enjuiciará pero le retira el mando al jefe de inteligencia de Abú-Ghraib

Thomas Pappas, jefe de inteligencia en Abú-Ghraib cuando se destapó el escándalo de las torturas a prisioneros iraquíes en 2004, no será enjuiciado pero se le retirará el mando, según han decidido altos mandos del Ejército de EEUU.  Al mismo tiempo, comenzó en Fort Hood (Texas) la elección de jurados para el proceso contra la soldado Sabrina Harman, acusada de participar en esos abusos.

LD (EFE) El general B.B. Bell, jefe del Ejército en Europa, ordenó a Thomas Pappas pagar una multa de ocho mil  dólares y le entregó dos cartas donde le recriminaba negligencia en el cumplimiento del deber, según informó el mando de este cuerpo en Europa, con sede en Heidelberg (Alemania), señalaron fuentes de Defensa.

Pappas es el segundo oficial de alto rango que ha perdido su mando por el escándalo de torturas y malos tratos en la cárcel Abú-Ghraib. La anterior fue la general Janis Karpinski, que comandaba la cárcel, quien además fue degradada la semana pasada al rango de coronel. Pero, como Karpinski, Pappas no se enfrentará a una corte marcial, como sí lo han hecho militares de bajo rango.
 
Pappas decidió no apelar contra ese castigo. Según el Ejército, el coronel de la 205 Brigada de Inteligencia Militar no se aseguró, como debía, de que sus subordinados conocían los procedimientos a ser usados en interrogatorios y de que eran supervisados adecuadamente. Además, autorizó el uso de perros para atemorizar a los detenidos durante los interrogatorios sin la aprobación de sus superiores.
 
Mientras, en Fort Hood, los abogados militares de la defensa y la acusación interrogaron a los posibles jurados en el juicio de la soldado Sabrina Harman y excusaron a cuatro de ellos, incluyendo las tres mujeres que habían sido preseleccionadas como miembros del jurado.
 
Harman, de 27 años, está acusada de conspiración, negligencia en el cumplimiento del deber y maltrato de subordinados, cargos que acarrean una pena máxima de seis años y medio de cárcel. La soldado, que fue gerente de una pizzería en Lorton (Virginia) antes de alistarse, aparece en algunas de las famosas fotos de Abu Ghraib que muestran las torturas y vejaciones a los prisioneros.

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