
LD (EFE) Los restos del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, llegaron en un helicóptero militar a la Mukata de Ramala, después de que un avión Hércules C-130 del Ejército egipcio trasladara el cuerpo desde la base aérea de Al Maza, en El Cairo, tras los funerales de Estado, que estuvieron presididos por el nuevo líder de la OLP, Abú Mazen, y el nuevo presidente interino, Rawi Fatuh. El avión se posó en la ciudad egipcia de Al-Arish, en la frontera con Israel.
En seguida un helicóptero trasladaró el cuerpo hasta la Mukata, donde aguardaban miles de palestinos, que horas antes lograron romper el cerco de seguridad y entrar en la sede de la ANP. Una multitud se abalanzó sobre el aparato, mientras varios agentes realizaban disparos al aire para tratar de contenerlos. Después de casi media hora, los policías han logrado sacar el féretro, provocando la histeria colectiva. Los servicios de emergencia han empezado a atender decenas de heridos.

En la Explanada de las Mezquitas, en la ciudad vieja de Jerusalén, unos 15.000 palestinos mayores de 45 años participaron en los tradicionales rezos del último viernes de Ramadán, que estuvieron dedicados a la memoria de Arafat. Cientos de jóvenes permanecían en los alrededores y trataban de entrar por la fuerza. Muchos de ellos tiraron piedras a los agentes israelíes y se lanzaron en avalancha sobre varios accesos, en particular sobre la puerta de Damasco.
Funerales de Estado en El Cairo
El nuevo líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Abú Mazen, y el presidente del Parlamento palestino y nuevo presidente interino, Rawi Fatuh, recibieron las condolencias por la muerte de Arafat. Junto a ellos, recibió el pésame de los representantes mundiales el nuevo líder de Al Fatah, Faruk Kadumi.

El funeral militar de Estado comenzó con una oración y un rezo musulmán en el interior de la mezquita Al Galaa, que forma parte del complejo militar de la base aérea de Al Maza. Tras una breve ceremonia religiosa, el féretro con los restos de Arafat fue sacado del templo, subido a una cureña tirada por seis caballos negros y acompañado por la guardia ceremonial del Ejército egipcio.