LD (EFE) El Gobierno australiano admitió que tiene dificultades para trasladar su embajada en Bagdad a una zona fuertemente protegida tras haber sido blanco de atentados terroristas. Está previsto que la nueva sede se sitúe en una zona donde se encuentran las sedes del Gobierno iraquí y de las fuerzas estadounidenses y que antiguamente acogía los palacios del depuesto dictador Sadam Husein.
El ministro de Asuntos Exteriores, Alexander Downer, manifestó que a pesar de que el traslado fue aprobado el año pasado, y de que ocurran atentados como el de la presente semana, en el que dos soldados australianos resultaron heridos y dos iraquíes perdieron la vida, el traslado lleva su tiempo.
"Quien quiera darle un sentido político (a la dilación del traslado) debería familiarizarse con las dificultades de seguridad al realizar los trabajos de construcción en la zona protegida", declaró el ministro. A pesar de que inicialmente las autoridades australianas rehusaron reconocer que la bomba que explotó el pasado miércoles frente a la embajada de su país pudo haber estado dirigida contra Australia, el primer ministro en funciones, John Anderson, admitió el miércoles tal posibilidad.
