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ACUERDO DE ÚLTIMA HORA

El jefe de los servicios secretos egipcios convence a Arafat para que acepte el Gobierno palestino

Apenas unas horas antes de que se cumpliera el plazo, el líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat, aceptó la composición del nuevo Gobierno palestino propuesto por el primer ministro Abu Mazen. Pero quien consiguió que Arafat se plegara a las exigencias internas y externas fue el jefe de los servicios secretos egipcios, Omar Suleimán, cuya presión facilitó el acuerdo.

L D (N. G. Mostazo) Omar Suleimán, el jefe de los servicios de espionaje egipcios, llegó a la Mukata -las oficinas de la Autoridad Nacional Palestina en Ramala- a primera hora de la tarde de este miércoles. Poco después de reunirse con Yaser Arafat, Omar Suleimán se fue a buscar al primer ministro palestino, Abu Mazen, que no se reunía con Arafat desde el sábado pasado. Mazen ya tenía redactada su carta de renuncia, pero las cosas cambiaron radicalmente gracias a la intervención de Suleimán, cuya presión consiguió finalmente que Arafat accediera a sus pretensiones y aceptara la propuesta de Gobierno presentada por Mazen, aunque con pequeños cambios. El rais palestino admitió finalmente que el coronel Mohamed Dahlán se integrara en el Gobierno, aunque no como ministro del Interior, como quería Abu Mazen, sino como responsable de los organismos de seguridad, es decir, como viceministro. El puesto de ministro lo ocupará, en una operación de maquillaje, el propio primer ministro, Abu Mazen.

El jefe del espionaje egipcio llevaba en sus manos una propuesta que Arafat no podía rechazar. Según fuentes estadounidenses consultadas por Libertad Digital , Omar Suleimán empezó diciéndole al rais palestino que el plan de paz se llevaría a cabo con él o sin él . La advertencia, que también puede interpretarse como una amenaza directa de que Arafat sería entregado a las autoridades israelíes para que le juzgaran, venía directamente desde Washington. En términos diplomáticos, EEUU había advertido a Arafat horas antes de que no perdiera la oportunidad de abrir una ventana a la diplomacia. Omar Suleimán también se comprometió con él a mantener su posición como presidente de la ANP y a garantizar su seguridad personal, mientras que de parte de la Unión Europea le transmitió otro mensaje: el compromiso para que se levante el cerco israelí en los territorios ocupados y en la propia oficina de Arafat en Ramala. Fuentes israelíes consultadas por el diario Haaretz confirmaron también estos detalles concretos de la negociación.

Objetivo prioritario: acabar con el terror

Sólo una hora más tarde de que Arafat y Mazen alcanzaran su acuerdo gracias a la mediación del jefe de los servicios egipcios de inteligencia, el coronel Mohamed Dahlán, ex jefe de la policía secreta de Gaza, entraba en el despacho del rais y se sentaba a varios sillones de distancia del líder de la ANP. El secretario de la ANP, Taeb Abdel Rahim, anunciaba pocos minutos después, en unas escuetas declaraciones ante la prensa en la Mukata, que “Arafat y nuestro hermanoAbu Mazen han resuelto sus diferencias”. El anuncio se producía poco antes de que expirara el plazo que el Parlamento había dado hace cinco semanas a Abu Mazen para formar Gobierno. Como consecuencia, cuando se apruebe oficialmente la composición del Gobierno palestino y el Parlamento de la ANP vote a favor del mismo (el domingo o el lunes), el primer ministro israelí, Ariel Sharon, ya ha dicho que se reunirá con Abu Mazen, mientras que el presidente de EEUU, George Bush, hará pública la “hoja de ruta” del plan de paz, que contempla el desmantelamiento de las organizaciones terroristas que operan contra Israel, la convocatoria de una conferencia de Paz para Oriente Medio -que podría celebrarse en Madrid- y la creación de un Estado palestino en 2005.

Así pues, el primer paso que habrá de dar el nuevo Gobierno palestino en cumplimiento de la “hoja de ruta”, diseñada por la Administración de EEUU y aprobada por el “Cuarteto de Madrid” (EEUU, la UE, Rusia y la ONU), es el desmantelamiento efectivo de los grupos terroristas Hezbolá, Yihad Islámica, Hamas y “Las Brigadas de los mártires de Al-aqsa”, que operan contra Israel desde los territorios palestinos y el Líbano, algunos con la cobertura logística de Siria y el apoyo financiero de Irán. Esa es la misión que se han impuesto Mazen y Dahlán como objetivo prioritario del nuevo Ejecutivo palestino. De hecho, según publica el diario israelí Haaretz , Dahlán se reunió a primeros de abril con los responsables de Hamas, a quienes les advirtió de que pretendía desarmar a su facción armada. Por su parte, Mazen declaró días atrás que una organización política como Al-Fatah, cuyo presidente es el propio Arafat, no podía "cobijar" a una banda terrorista, que son “Las brigadas de los mártires de Al-aqsa”. Con respecto a Hezbolá y a la Yihad islámica, Abu Mazen fue exactamente igual de tajante: dejarán de atacar a Israel.

Sin embargo, los terroristas del Movimiento de la Resistencia Islámica, Hamas, han advertido al primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Abu Mazen, de que no lance una guerra contra los grupos islámicos porque de lo contrario se enfrentarán a él. Abdel Aziz Rantisi, portavoz de Hamas, dijo en la franja de Gaza, tras conocer que la crisis política en la ANP se había resuelto, que esperan que Abu Mazen no declare una guerra contra su movimiento ni contra la Yihad Islámica, sino contra la ocupación sionista, según unas declaraciones que recogió la radio pública israelí.

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