
LD (EFE) Egin Ceber, un joven activista turco detenido el 28 de septiembre por policías de Estambul mientras repartía una publicación de izquierdas, murió a consecuencia de las brutales golpizas que le propinaron varios policías tanto en la comisaría como en la prisión de Metris.
Según fuentes oficiales, Ceber fue ingresado el día 6 de octubre y falleció cuatro días después, como consecuencia de las torturas sufridas. El médico de la penitenciaria elaboró un informe varios días antes de la muerte en el que indicaba que el estado de salud del detenido era bueno, aunque nunca llegó a examinar al joven detenido.
Ante el escándalo, este martes, el ministro de Justicia, Mehmet Ali Sahin, se disculpó públicamente por la muerte en prisión del detenido. Declaró que diecinueve personas, entre ellos varios guardias y el médico, han sido temporalmente suspendidos de sus empleos para facilitar la investigación.
El ministro Mehmet Ali Sahin anunció que "aquellos que sean responsables serán indudablemente castigados" y añadió "en nombre de mi país y de mi Gobierno pido perdón a los familiares" del fallecido. Subrayó que la investigación seguirá avanzando y que puede que haya más personas implicadas y acusadas de la muerte de Ceber.
